Principios básicos para jóvenes
 

El principio de la abstinencia
 

Por: Ing. Gilberto Sánchez

Generalmente, cuando se es joven, se tiene un buen aspecto. Te ves bien, si eres chica, buscas verte bonita, si eres varón, buscas verte agradable. Esta búsqueda suele ser tan fuerte en la edad de los jóvenes, comienza la atracción física y finalmente, muchos comienzan a practicar las relaciones sexuales.

Conforme las personas crecen y envejecen, ese atractivo físico se va perdiendo poco. Comienza la calvicie, el embarnecimiento, la piel y sus tejidos ya no son frescos ni firmes, etc.

Muchos jóvenes pretenden entonces, “darle rienda suelta al placer” pensando que van a disfrutar así sus mejore años de satisfacción sexual.

Sin embargo, muchos jóvenes que hoy están practicando las relaciones sexuales, están comenzando también a enfrentar diversas problemáticas en sus vidas que los llevan a afligirse y echar a perder sus propias metas.  

Hace tiempo platicaba yo con una joven de 13 años que se había acercado a mí buscando consejo. Ella me dijo:

“El consejo no es para mí, es para una amiga de 14 años. Ella ha tenido dos embarazos… bueno, en realidad son dos abortos. Y sé que ahora está nuevamente embarazada. Me preocupa su vida, no la he visto bien de salud últimamente”.

La primera pregunta que yo le hice fue: “¿sus padres saben esto?” “No, ella nunca ha querido contarles nada”, me contestó. “Ella hubiera querido platicar con usted pero le da mucha vergüenza”.

Joven, yo te digo a ti: el tener relaciones sexuales es algo hermoso sí, no voy a negar eso. Pero entendamos esto: el placer que puedas sentir al tocar a una persona de tu sexo opuesto te puede llevar a tener relaciones sexuales y éstas, una vez consumadas, te van a llevar a la procreación. En otro caso, te pueden llevar también al contagio de una enfermedad de transmisión sexual.

Es una idea que jamás debes olvidar. Las relaciones sexuales y la procreación van ligadas. No puedes separar las consecuencias de las causas.

El consejo es este: abstente de tener relaciones sexuales. Guarda esa maravillosa experiencia de la relación sexual para el matrimonio. No te arriesgues antes ni te expongas a enfermedades, abortos, ni embarazos que luego no vayas a poder sobrellevar.

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