El amor que da vida a la familia
 

Un compromiso a servir
 

Por: Ing. Gilberto Sánchez

El amor es algo maravilloso y puede transformarlo todo. La ciencia médica ha descubierto que las personas que viven amando sufren menos enfermedades del corazón y son mucho más sanas que aquellas que no aman.

Conozco el caso de una mujer cuya madre enfermó debido a una embolia. Ella se dedicó a cuidarla, pero ante semejante problema cayó en una depresión. No faltó un grupo de amigos que la apoyaron y le brindaron su cariño y afecto, ella se sintió tan apoyada, fortalecida y consolada que pudo vencer la depresión y ver cómo su madre se recuperó, gracias al amor que ella le brindaba.

El amor puede hacer muchas cosas; la ausencia del mismo puede traer tragedias y llevar a perderlo todo. En las estadísticas que vimos al principio observamos que muchos jóvenes se sienten desorientados y no encuentran el sentido real de sus vidas, porque la vida sin amor no tiene sentido.

Cuando hablo de amor no me refiero a relaciones sexuales promiscuas o a cuestiones de sentimientos, sino al compromiso serio, real y formal de buscar el mayor bien de los demás de manera desinteresada; un compromiso en el que la persona debe negarse aún a cosas lícitas con tal de beneficiar a otros. Ese es el verdadero amor.

Tener relaciones sexuales no es amor, simplemente es egoísmo y esa conducta egoísta causa mucho daño al ser humano. Las relaciones sexuales no son malas, pero si no se practican con responsabilidad y cuidado para no dañar a la otra persona, se causan muchos problemas.

El verdadero amor es sacrificial, es la clase de amor que se niega aún a las reuniones sociales con los amigos para tener una reunión social con los hijos. Esa es la clase de amor que edifica un hogar. El padre que ama respeta a mamá, no la menosprecia, la cuida, le da su lugar y entiende que es la compañera que eligió para que sea su amiga durante toda la vida. Tiene una relación llena de respeto, fidelidad y atención para que ella desarrolle todas sus virtudes y capacidades al máximo, buscando la felicidad de toda la familia.

Mediante ese tipo de relación se crea un ambiente de tranquilidad y el hogar se convierte en un lugar donde reina la paz, donde existe el amor, donde papá se deleita amando a los hijos y los hijos a papá.

Los hijos ven al padre como la autoridad, como aquel que tomas las decisiones y que aplica disciplina contra aquellos que no se sujetan a las normas de la casa, pero también es el amigo al cual se pueden acercar y en quien pueden confiar. El verdadero padre es aquel que traduce su amor en hechos.

Aprende a perdonar
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