Por: Ing. Gilberto Sánchez
Usted se habrá ya percatado que en este tema inicial, solo pretendemos llevarlo a reflexionar en la importancia de la familia: cómo está afectada actualmente esa célula básica de la sociedad, y en sentido práctico: cómo está su familia.
Y bien, si estaremos exponiendo diversos temas de fortalecimiento familiar, vale la pena que al haber examinado todo el panorama que rodea a la familia actual, nos preguntemos ¿Qué se necesita para fortalecer una familia?
Primeramente se necesita que alguien -en este caso, papá y mamá- quieran hacer algo bueno con su familia. Que tengan ese genuino interés de hacer algo en beneficio de los suyos.
Entendamos que la familia está en crisis, y querer hacer algo bueno con la familia, requiere atención, requiere que la familia no esté abandonada, sino que se le dé un sentido, un propósito de existencia.
¿Alguna vez usted se ha preguntado para qué quiere a su familia en la Tierra? ¿Qué quiere hacer usted con su familia? Se lo pregunto sin ninguna mala intención, simplemente, ¿alguna vez usted ha pensado, “para qué quiero yo tres hijos”?, “¿Con qué propósito me case?” Esas son preguntas que nos ayudan a ubicar muy claramente en qué posición estamos, y que aun nos pueden llevar a entender por qué tenemos problemas en nuestros matrimonios.
Voy a poner un ejemplo extremo, con todo respeto: Alguien dirá “yo me quería casar para que me sirvieran, para tener una sirvienta en casa”. Y es que lamentablemente se llega al matrimonio sin una visión de amar a alguien; se llega muchas veces con intenciones totalmente egoístas y, cuando se baja de la nube, empiezan los problemas, al llegar a la vida real. La familia es un llamado al amor. Es darse por el prójimo. ¡Qué sorpresa y qué contraste para aquél que pensó que necesitaba casarse para tener a alguien que le sirviera toda la vida!
Pero si usted se quería casar para de veras, amar a su pareja, para prodigarle su cariño a su mujer, cuidarla, estar juntos, acompañarse, y traer a la vida niños para formarlos y demostrarles el amor, para llevarlos a un conocimiento de Dios, para que puedan ser hombres de bien y puedan ayudar a la sociedad… ¡pues así es distinto!
Amén de que pueda haber otras cosas, muchísimas; pero, eso habla de que alguien está proyectando su vida, y es importante que aprendamos a valorar y a pensar cuáles son nuestras metas.
Si no hay metas, la verdad es que, por lo mismo, no va a haber una dirección sobre lo que se quiere hacer en la vida, y si no hay, pues nunca va a haber un camino establecido, y sin ese camino pues se van a perder, no habrá un propósito, no habrá una meta, no habrá nada.
Es importante decidir para qué quiere usted a su familia, y entonces trabajar arduamente sobre eso, hasta que usted pueda verlo cumplido. Le repito, las cosas no se dan solas, es necesario trabajar.
Quiero compartirle dos textos de las Sagradas Escrituras:
“El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero.”
2ª Timoteo 2:6
“Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente.”
2ª Timoteo 2:5
Usted ve a los atletas de las Olimpiadas, cómo trabajan y se esfuerzan. De muchas cosas se abstienen, con tal de obtener una medalla. Pues es igual; si nosotros queremos tener una familia firme, sólida, y que permanezca dando buenos frutos, tenemos que trabajar cada día en eso. |