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Los video juegos y el juego en familia
 

Por: Ing. Gilberto Sánchez

¡Qué decir de la influencia de los videojuegos! Hay juegos muy explícitos. De hecho los videojuegos tienen una clasificación que va desde bebés hasta personas adultas. Hay una clasificación que regula eso, pero lamentablemente la mayoría de las personas no conoce esa reglamentación.

En Esperanza para la Familia tenemos un programa de radio donde abordamos el tema de los videojuegos, si usted después gusta consultarlo en la página de Internet:
( https://esperanzaparalafamilia.com/Rev/Programacion/2007/junio/16Junio2007.php )
y allí usted puede leer acerca del tema de manera gratuita, para que se dé cuenta qué contenido puede traer un videojuego.

Los videojuegos de hoy en día traen contenidos muy violentos. Hay juegos por ejemplo, en donde el niño es el actor principal y su función es ser un delincuente en la ciudad. Incluso puede tener relaciones sexuales, puede robar, puede matar policías, puede hacer todo tipo de crímenes con el propósito de divertirse.

Cuántos juegos de video en sí exaltan la violencia con guerras, con batallas, usted mata personas, mata animales… eso afecta la conciencia del niño, pierde el valor de la vida humana, es decir, desvaloriza al ser humano, y esto puede empezar a ocurrir sin que usted se dé cuenta, porque en los niños hay una frontera muy delgada entre lo que es la irrealidad y lo real, y luego los niños se insensibilizan.

Hay que quitar la influencia de los videojuegos nocivos. Desde luego, hay videojuegos que son educativos y que pueden ayudar a su hijo, no solo a entretenerse, sino también a aprender. El problema a que me refiero con los videojuegos no es solamente la violencia que transmiten muchos de ellos, sino que un videojuego puede llegar a absorber tanto el tiempo del niño, que incluso puede hacer que se rompa la comunicación entre padre e hijo.

Recordemos que papá y mamá son el puente o el medio a través del cual se irá formando el carácter del niño, y los papás son quienes deben ser la principal influencia en la vida de sus hijos; por supuesto, siempre que sean una influencia positiva.

¡Qué provechoso en cambio, es jugar con tus hijos y participar en diferentes actividades con ellos, en familia! Con juegos que son provechosos para todos y que permiten una convivencia, que permiten interactuar entre padre, madre, e hijos, y claro, ese tiempo especial hace que todos se involucren, y eso es muy bueno para los hijos.

Mencionaré a continuación algunos de los beneficios del juego en familia:

  • Fortalece los vínculos y el afecto.  Porque te ven como un amigo, de veras, y más cuando bromeas con ellos y te tiras con ellos al suelo, y te ríes con ellos, les haces caras graciosas. Es cierto, como padres de familia tenemos una autoridad y debemos darnos a respetar, pero qué saludable es para nuestros hijos que vean que también somos sus amigos, que podemos interactuar con ellos, que podemos jugar y hacernos niños como ellos. Uno no pierde autoridad; créamelo, cuando uno está jugando con ellos de esa manera, al contrario, ellos se sienten parte, se estrechan los vínculos, se genera confianza y se fortalece ese sentido de pertenencia que hemos mencionado en temas anteriores.
  • Nos conocemos más.  Ellos se abren con nosotros, participan con nosotros, nos empiezan a platicar sus sueños, sus ideas, sus conceptos. Conocemos sus reacciones al ganar y al perder, así como a relacionarse en equipo, etc.
  • Ayuda en la formación.  Sea de carácter, sea en sus hábitos, en sus habilidades, en su cultura.
  • Mejoran la autoestima de los hijos.  Porque al jugar papá con ellos se sienten amados, les estás dando un mensaje: "papá quiere estar conmigo”, “en lugar de estar viendo su partido de fútbol, está jugando conmigo”, “me prefirió a mí, que a su parrillada de amigos”, “prefiere estar conmigo los sábados en el parque”, “soy valioso para él". En pocas palabras: se sienten amados. Los hijos ven que papá está con ellos y eso les da seguridad, les hace sentir muy bien.
  • Provee un ambiente relajado.  Jugar lleva a que los niños –y adultos- se relajen. Los juegos son anti estrés, y distraen la mente, nos descansan de otras actividades.
  • Se desarrollan diferentes capacidades.  Intelectuales, emocionales, creativas, físicas, etc. 
Así que, papá y mamá, evitemos los pretextos para no jugar. Tú debes ser el mejor amigo de tus hijos. Si usted logra ser el mejor amigo de sus hijos, una cosa va a pasar: el día del conflicto, el día en que el muchacho necesite un consejo, va a ir con su mejor amigo: papá. Si usted es su mejor amigo, va a ir con usted, pero si usted no es el amigo de sus hijos, no va a ir con usted, sino que irá con su mejor amigo, que, de veras nos sabemos quién podrá ser.  
El ambiente juvenil
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