Cuando vemos a niños de 2, 3 o 4 años de edad haciendo un tremendo berrinche, pensamos habitualmente que es un niño chiqueado, mal educado, mimado y que está manipulando a sus propios padres.
Esa conducta es el resultado de la poca o nula educación y disciplina que ha recibido ese pequeño.
Este programa enseña lo importante que es para los padres ganarse el respeto de sus propios hijos, a través de la firmeza y el amor verdadero hacia ellos.