Tener hijos es uno de los mayores regalos que podemos tener; criarlos y educarlos es el mayor reto de la vida, sobre todo cuando llegan a la etapa de la preadolescencia y la adolescencia misma. Es natural la búsqueda de independencia en ellos, pero no por eso los padres deben hacerse a un lado; más bien, deben ser la principal influencia para sus vidas, el lazo emocional que los mantendrá unidos a la familia.