Los problemas de aprendizaje afectan a uno de cada 10 niños en edad escolar y constituyen una gran preocupación para los padres, ya que afectan el rendimiento escolar. Sin embargo, estos trastornos pueden ser detectados desde sus inicios por aquellos padres responsables que están interesados en la educación integral de sus hijos. De esta manera evitan que los perjudiquen más adelante en sus estudios secundarios.