No se trata de eso, no se trata de endiosar la actividad física, se trata de verlo en su justa dimensión. Somos seres humanos, la Biblia dice que como seres humanos tenemos espíritu, tenemos alma y tenemos cuerpo .

El espíritu tiene sus necesidades, esa necesidad es Dios mismo, es Cristo Jesús. El alma tiene sus necesidades afectivas, de relacionarse con otras personas; emocionales, necesidades intelectuales, todo eso tiene que ver con el alma.

Pero también nuestro cuerpo tiene ciertas necesidades y una de esas necesidades por un lado, es una alimentación adecuada, pero por otro lado es una actividad física adecuada, sin endiosar nuestro cuerpo, sin endiosar, sin entrar en la cultura actual en donde parece ser que lo más importante es tener un excelente cuerpo, sin caer en el juego que promueven las televisiones, la radio, que promueven las marcas deportivas.

Sin caer en ese juego, sí es importante reconocer que la actividad física es un excelente medio para tener una buena salud física y una buena salud mental también.

No es necesario convertirte en un súper atleta, ni estar enajenado por nada de eso. Basta con que el ejercicio físico forme parte de tu vida cotidiana para empezar a tener los beneficios que la actividad física puede darte a tu vida en términos generales.