Hay muchas cosas que se deben tomar en cuenta, pero lo más importante es modificando los hábitos nutricionales de la familia, principalmente en los padres quines a pesar de no ser obesos, si es su caso, debe vigilar estrechamente la alimentación de sus propios hijos y limitar el consumo exagerado de alimentos.

Los padres de familia son el fundamento más importante para evitar la obesidad infantil adquiriendo buenos hábitos nutricionales, aunque los padres mismos no sean obesos deben de vigilar que sus hijos no hagan un consumo exagerado de alimentos.

El ejemplo que los padres de familia den acerca de qué alimentos consumir, cómo consumirlos, cuándo consumirlos, es la mejor forma para educar a los hijos en ésta área, esto es cuestión de educación, es cuestión de tener una mente educada, una mente que entiende lo importante de la alimentación y cómo llevarla en una forma correcta y fomentar esto con nuestros propios hijos. Es importante este punto porque de esto depende que los niños vayan a ser obesos o no.

Evitar llegar al tratamiento de la obesidad es lo mejor que puede suceder, ¿a qué me refiero? Es mucho más importante prevenir la obesidad que tener que tratarla, para prevenir la obesidad lo que tiene que ver son los hábitos nutricionales en la familia. El tratamiento de la obesidad muchas veces es complejo y prolongado y bastante desagradable para aquellos que lo tienen que llevar.

Alimentar adecuadamente a los niños desde su nacimiento y durante los primeros años de vida, es la mejor forma de impedir que aparezca la obesidad. Por ejemplo en el recién nacido es mucho mejor alimentar al niño con el pecho de la madre, estar succionando la leche que necesita y estadísticamente se ha visto que eso es mejor que alimentarlo con fórmula láctea a través de biberones donde muchas veces se sobrealimenta al niño y desde ese momento el niño empieza a tener problemas de obesidad.

Actualmente cuando el niño empieza a utilizar otro tipo de alimentos que ya no sea la leche porque ya llegó a los 4 ó 6 meses de edad, lo que se sugiere es que se inicie la introducción de verduras, no de frutas, para que el niño empiece a tener un aprecio por esto y no simplemente por alimentos con alto contenido calórico como pueden ser las frutas, pero todo esto lo debe de platicar el padre de familia con el pediatra para que se de una asesoría adecuada de cómo introducir ciertos alimentos a la dieta del niño.

Durante los dos primeros años de vida se genera en los niños el hábito alimentario a través de cómo comer, qué comer, dónde comer y con quién comer, es durante los dos primero años de vida en donde se puede enseñar esos hábitos alimentarios adecuados, por supuesto, en los años siguientes tenemos que seguir con esa educación alimenticia.

Reglas para la alimentación como horarios fijos específicos para los tiempos de comida, determinar el lugar para consumir los alimentos, indicar cuál es el comportamiento que se debe de tener en la mesa, promover una masticación adecuada, marcar el tiempo disponible para el consumo de los alimentos, no sobre mesas largas en donde el niño sigue comiendo galletas, golosinas, frituras que se puedan poner en la mesa, entre otras cosas, serán las bases de los hábitos de alimentación.