Cuidemos a los niños ¡ellos son un gran tesoro en nuestro mundo!

Él nos ha bendecido a los adultos con el hecho de poder tener hijos en nuestro propio hogar, pero al mismo tiempo que es una bendición y un privilegio tenerlos, es también una gran responsabilidad.

Por eso Jesús dijo que aquél adulto que ponga tropiezos a la vida de un niño va a tener grandes problemas con Dios. Qué importante es entonces atender a nuestros hijos, cuidarlos, amarlos, darles al educación correcta, adecuada, darles desde temprana edad bases correctas para la vida, para que cuando crezcan sean personas de bien, personas justas, correctas.

El papel de padres es muy importante. Los invito pues a reflexionar sobre esta tarea que como padres tenemos. Cualquier niño puede ponerse triste, eso es natural en la infancia, pero hay un abismo de diferencia entre que un niño se ponga triste en un momento dado, a que un niño se encuentre deprimido, abatido emocionalmente.

Es responsabilidad de nosotros como padres conocer a nuestros hijos, para que, si es así el caso, estemos cerca de ellos para ayudarlos a salir de ese estado depresivo y es aún mucho mejor evitar que llegue a ese estado de depresión.

Herencia de Dios son nuestros hijos, hay que amarlos y hay que cuidarlos. Que Dios te bendiga y te ayude a ser un buen padre y una buena madre.

Dr. Salvador Cárdenas

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