¿Esperas de los demás? ¿Qué esperan ellos de ti?

Vivimos en un mundo lleno de egoístas, donde cada quien vive su individualidad, cada quien desea realizarse sin importarle demasiado su prójimo.

Qué lamentable es ver que la gran mayoría de las familias que existen en nuestras ciudades son familias que se están desintegrando, que se pelean, que se amenazan, que se insultan, que se ofenden y ¿por qué hay todas esas reacciones?

¿Por qué de repente el hombre se levanta y habla cosas fuertes en contra de los hijos o de la esposa? Pues, “porque ya lo hartaron”, “porque no han contribuido a su propia felicidad” , o sea, porque no han entendido que él es muy, muy importante y toda la vida de ellos debe de girar alrededor de él mismo; en consecuencia, se levanta el hombre en una rabieta totalmente egoísta, y con sus palabras ofende, amenaza, lastima. Esas son las realidades que se viven.

La gente no sabe ser feliz porque está buscando su felicidad sin importarle la realidad de la gente que le rodea, de su prójimo, y es triste, pero de esa forma la persona jamás podrá ser feliz.

Muchos dicen: “si a mí me amaran de una mejor manera, yo sería feliz”, “si yo tuviera más dinero, sería feliz”, “si tuviera más estudios, yo sería feliz”, “si yo hubiera logrado éxito en aquél trabajo, sería feliz”, “si tuviera una mejor salud, yo sería feliz”. La verdad es que si tuvieras todo eso, algo más te haría falta, dirías: “ sólo me hace falta esto para ser realmente feliz ”.

La verdadera felicidad no consiste en que tengas satisfechas todas tus necesidades, tus deseos y aun tus caprichos.

¿No te has dado cuenta que hay personas que tienen todo lo que este mundo puede ofrecer? Éxitos académicos, dinero, éxitos laborales, viajes, son famosos, tienen salud, hijos, esposa, tienen absolutamente todo y… ¡son profundamente infelices!

La verdadera felicidad no consiste pues, en tener todo lo que tu corazón desee; La felicidad se encuentra en otro contexto y de otra manera.

Si tú tuvieras todo lo que deseas en este momento, muy probablemente en tu corazón estarías deseando otra cosa, no serías feliz y estarías insatisfecho con lo que tienes. La felicidad, recuerda, no consiste en tener satisfechos todos tus deseos y caprichos.

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¿En qué consiste la felicidad?
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La felicidad es una recompensa, no un fin
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