El papel de los padres en la formación de la personalidad de los hijos.
 

Distingamos entre hijos rebeldes e hiperactivos.
 

Por: Dr. Octavio Maldonado

No pensemos que lo hijos “así salen”, “así nacen” o “así son”, cada uno de nosotros tenemos una gran responsabilidad, en conocerlo, en conocer sus tendencias, en ver todo aquello que le afecta y en tratar de moldearlos a tiempo, en los primeros años de vida para que no se vayan formando hábitos que después no se puedan corregir.

De aquí surge otro problema: a veces la depresión en los niños no sólo se manifiesta como un problema de tristeza, de melancolía o bien de disminución en las actividades, sino que en los niños, el abandono y la depresión también se puede manifestar como hiperactividad .

Es muy común escuchar: “Mi hijo es muy inquieto”, “mi hijo es muy rebelde, nunca obedece”; la gente luego abusa del término “hiperactivo” pensando que es lo mismo.

Preguntémonos cuántos de estos niños no están realmente deprimidos o cuántos de estos niños no tienen una falta de instrucción. A veces no es que el niño sea hiperactivo sino que los padres son “hipo-activos”, es decir, no actúan de la manera adecuada.

Los padres tienen un papel fundamental no solamente en las actividades de los hijos sino en la formación de su manera de pensar y en su manera de abordar los problemas.

¿Qué más puede causar que un niño sea inquieto? La televisión es un factor determinante. Muchas veces la televisión es utilizada para distraer al niño, pero no es más que otra forma de abandono.

El niño evade su realidad en las fantasías que normalmente se manejan en la televisión: su mente se vuelve ligera, sus tareas se vuelven desordenadas, y se encuentra bajo una sobre-estimulación, y como puede estar dos o tres horas prácticamente sin actividad y sobre-estimulado, cuando quiere salir a jugar o cuando tiene otras responsabilidades, es difícil que se pueda llegar a una concentración ya que el niño está sobre-estimulado y quiere desarrollar toda esa energía que tiene acumulada.

Es responsabilidad de los padres tratar con estos niños inquietos que muchas veces lo único que están manifestando son síntomas de depresión o síntomas de abandono o la falta de instrucción, o el exceso de televisión que han estado viendo.

Distingamos entre hijos rebeldes e hiperactivos
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