La importancia del ejemplo en la educación de los hijos.
 

Ser un ejemplo implica autonegación.
 

Por: Profr. Juan Carlos Díaz

La adolescencia es una etapa en la cual nuestros hijos son extremadamente vulnerables a la influencia de la gente que los rodea: de los amigos, de los compañeros, y por ello es muy importante que haya ejemplo, que haya instrucción, que haya congruencia entre estos dos fundamentos y que se realice un trabajo profundo y serio en los primeros años de su vida y en la vida del hogar.

Deseo terminar este estudio citando un pasaje de la Escritura que dice:

“Entonces Jesús dijo a sus discípulos: si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame; porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará” Mateo 16:24

Es el Señor Jesucristo quien está llamando a los discípulos y a la gente a que caminen con él, y decidan ser sus discípulos; pero él mencionó tres condiciones:

  1. La negación de uno mismo
  2. El tomar la cruz
  3. El seguirle

En esta ocasión sólo quiero enfocarme a la tercera condición: “Si alguno quiere ser mi discípulo, es necesario que me siga”. Es muy interesante cuando revisamos cuál es el término griego utilizado en la Escritura para hacer referencia a la palabra “sígueme” , que fue una palabra que Jesús citó en muchas ocasiones a la gente cuando los llamaba, para que caminaran con Él.

La palabra empleada es el griego “ Aculoteo” que significa: “imítame”, “sigue mi ejemplo”, “mira cómo yo he caminado y camina detrás de mí”, “como yo me he conducido, haz tú lo mismo”.

El Señor Jesús estaba invitando a las personas a caminar con Él, imitando su ejemplo; y si algo pudo influenciar a los discípulos de Jesús, fue la instrucción que ellos recibieron, pero mucho más que la instrucción, fue el ejemplo que ellos vieron en su Maestro y por eso lo llamaban “Maestro”, porque era aquel que les enseñaba, no solamente con sus palabras de sabiduría, sino con su ejemplo y con su vida el camino correcto, un camino de amor, un camino de servicio, un camino de perdón, un camino de sencillez, un camino de amor.

Espero que todos los que somos padres de familia a través de estos principios sencillos, pero muy importantes, podamos estar llevando a nuestros hijos a que caminen de una manera correcta, por un sendero recto, en donde los valores que los rijan sean la honestidad, el amor, el servicio, el perdón, la responsabilidad, la excelencia, el trabajo, el respeto a los demás, el respeto a Dios, pero todo esto lo aprenderán a través de nuestras vidas. Espero que este tema sea de mucha ayuda para todos.

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