Aprendiendo a perdonar. Parte II
 

¿Por qué parece tan difícil perdonar?
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Hay una batalla cuando no se quiere perdonar y esto ocurre cuando las personas no quieren dejar su derecho de tomar venganza.

¿Cuáles características incrementan el poder de esa batalla, y qué la hace más difícil?

El orgullo; es cuando la persona no puede condescender con otros, no puede ni quiere relacionarse con la persona que le ofendió.

La amargura; cuando ya el enojo, el resentimiento se vuelve algo más profundo y se convierte en una amargura, que trae deseos malos como la venganza.

La hipocresía; por ejemplo cuando los hijos ven que los padres no perdonan, o experimentan en el propio hogar discusiones violentas, entre papá y mamá, y ven que se perdona en una forma falsa, es decir, muchas personas dicen que ya perdonaron, sin embargo muy en su interior siguen sintiendo odio y rencor que les afecta en su vida, y no han dejado de sentir resentimiento hacia la persona que los ofendió.

Es muy importante ver que en las diferentes etapas de nuestra vida podemos sufrir diferentes tipos de abusos que pueden llevarnos a guardar rencor o resentimiento, que pueden hacer difícil que perdonemos, como son:

- El descuido infantil : Cuando se descuida a los niños en su salud, alimentación, no hay una supervisión adecuada en sus vidas, se descuida la educación de los niños, el ir a la escuela, el formar valores morales en sus vidas y darles especial atención cuando necesitan algo o tienen algún problema de aprendizaje, de concentración, de carácter o el descuido emocional que es cuando los padres no saben brindar afecto a los niños y les afecta el desarrollo mental del niño.

- El abuso sexual: Se ha convertido en una plaga en nuestros días. Se reportan anualmente hasta 80 mil casos de abuso sexual en los países en desarrollo en América y en Norte América. Consideremos que en los casos de abuso sexual infantil muchas veces las estadísticas son bajas porque el niño teme decir que fue abusado sexualmente por el agresor ya que muchas veces el agresor sexual es un pariente cercano: un tío, un hermano, su padre o su propia madre a veces.

Esa relación de afecto que existe entre el niño y el padre, lo encadena, lo chantajea para que el niño no hable de las violaciones repetidas que está recibiendo. Cuando llegue a la preadolescencia, va a llegar con un problema serio y grave en su vida.

¿Por qué parece tan difícil perdonar?
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