Aprendiendo a perdonar. Parte II
 

¿Por qué parece tan difícil perdonar?
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Toda clase de abuso puede producir en los niños estos efectos:

  • una pobre imagen de sí mismos
  • se sienten manipulados, utilizados
  • pierden la confianza en quienes les rodean, en los adultos
  • se vuelven agresivos, explosivos,
  • sus conductas son malas, corajudos, violentos
  • manifiestan conductas autodestructivas y a veces se dañan a sí mismos físicamente
  • tienen pensamientos suicidas
  • se aíslan de los demás
  • sobrevienen a sus vidas temores, ansiedades
  • empiezan a tener en su escuela problemas de conducta o a declinar en sus grados escolares
  • tienen sentimientos de tristeza
  • sufren depresión
  • recurren al abuso de drogas y alcohol tratando de buscar alivio

Los niños abusados sufren un sentimiento de menosprecio hacia sí mismos, de coraje, venganza, y envidia al ver que otros niños son felices y ellos no lo fueron. Eso es un crimen contra la humanidad, contra los niños, abusar de ellos sexualmente; muchos de ellos tienen pesadillas en la noche, se levantan temblando, no pueden controlarse a sí mismos, sufren recuerdos terribles.

El daño emocional, físico, educacional o sexual que ha padecido un niño, muchas veces no se manifiesta hasta que llega a la adolescencia y se vuelve rebelde, incontrolable y el padre dice:

¿Qué le pasa a mi hijo? ¿Por qué actúa así? ¿Por qué ahora es tan violento, tan rebelde? ¿Por qué ahora escucha ese tipo de música que habla del suicidio, o de la violación o de la muerte? ¿Por qué ahora se ha vuelto una persona aislada, depresiva y no se comunica? ¿Qué hay detrás?

Es importante detectar si no ha sufrido una violación, un abuso sexual, emocional, físico, mental. El efecto más triste es que los niños abusados se vuelven padres abusivos cuando llegan a ser personas maduras.
La amargura
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