Abuso sexual en los niños, Parte II:
"Cómo ser sanado de este torbellino interior"
 

La verdadera compasión.
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Tristemente en la consejería matrimonial en la cual he trabajado por más de veinte años, no pocas mujeres se han sentido avergonzadas de contar esto a su esposo y cuando se lo llegan a platicar, el esposo las abandona, o las desprecia, las aborrece, o se amarga con ellas.

La reacción puede ser impredecible. Así también se han dado algunos casos de esposos comprensivos que entienden perfectamente que esto fue simplemente un abuso del cual tú no podías defenderte, cuando tú no sabías ni siquiera lo que te hacían, tú no lo deseabas, cuando fuiste una víctima del abuso sexual infantil.

Por eso es importante, papá, que puedas sentir compasión, pena y dolor, por la pérdida de la niñez de esta manera, y decir “siento lo que sientes, me duele lo que te pasó”.

El sentir dolor junto con tu hijo por su pérdida le permite a tu hijo salir de esa agonía secreta y moverse al presente con mayor control y dominio. Le permite ganar su vulnerabilidad que ha sido robada y los prepara para establecer relaciones sanas con otras personas en el futuro.

La palabra clave para entender a una persona que ha sufrido abuso sexual es “compasión”.

La palabra compasión no solamente significa sentir lástima por la persona que sufre, o dar una limosna de vez en cuando al pobre, es mucho más que eso.

Su significado real es “sufrir a lo largo con” , sufrir con la persona que ha sido víctima de abuso sexual todo el tiempo que sea, hasta que se recupere, ayudarle, aconsejarle, estar con él, con ella, sostenerlos, apoyarlos, amarlos hasta que sean libres de esos sentimientos terribles que guardan en su corazón y esos traumas terribles que deforman su carácter y su vida emocional.
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