El Matrimonio: La Etapa de Acoplamiento
 

El príncipe azul.
 


Por: Profr. Roberto Durán

Recordemos el cuento de la princesa que al besar una rana ésta se convierte en su príncipe azul. Quisiera decir que la realidad es al revés: después de que una pareja se da el beso en el altar, al unir sus vidas, no es la rana que se transforma en príncipe, más bien yo diría que ¡es el príncipe quien luego se transforma en rana!

Ahí en la vida matrimonial surgen lo que son las verdaderas personalidades en ese sentido, por lo cual, el fisionarlas, unirlas es una tarea difícil, pero para ello hay factores muy buenos tales como el enamoramiento y las cuestiones emotivas que son algo precioso, así como el descubrimiento de la sexualidad , es algo que ayuda para esta etapa difícil del acoplamiento.

Desafortunadamente muchas personas han cambiado esto que es en el contexto matrimonial y lo han vivido en el contexto que le llaman de noviazgo.

Cuando ese enamoramiento está solamente en el noviazgo pues definitivamente hay besos, abrazos, caricias y en muchas de las parejas también la experimentación de la sexualidad, es decir, de alguna manera experimentan el placer, tienen el disfrute.

Pero en el momento en el que viene el compromiso entonces se ha agotado eso y es cuando la pareja entra a una cruda realidad, donde ya no hay ese aceite lubricante que es el enamoramiento, donde ya no hay eso de estar interrelacionado afectivamente, sino que se entra de lleno a una cuestión solamente de responsabilidades, solamente de unir esas formas de ser, esos caracteres. Cuán importante es mirar este aspecto.

De la soltería al matrimonio
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