La Familia
 

Lamentablemente vivimos en un mundo egoísta
 


Por: Dr. Salvador Cárdenas

El mundo está como está, porque el mundo está lleno de egoísmo, dividido; cada persona busca lo suyo, sus propias metas, objetivos, piensan ser felices de esa forma, pero en el mundo cada vez hay menos personas felices, cada vez hay más personas amargadas, frustradas y curiosamente, nunca antes en la historia del mundo había habido tanta gente tan preparada y rica.

Hoy muchas sociedades prosperan, tienen muchos conocimientos; el ser humano es capaz de poner una nave en la luna o más allá para tomar fotografías, es capaz de hacer computadoras rapidísimas, sin embargo el ser humano no es capaz de amar.

El hombre no ha sabido amar a su mujer y la mujer a su esposo, no han aprendido a convivir, no han aprendido a amar a sus padres los hijos o hermanos, sino que hay pleitos, amarguras y resentimientos porque se ha sacrificado lo más importante que es el amor a nuestro prójimo.

Thomas Jefferson dijo lo siguiente:

“Los momentos más felices de mi vida, han sido los pocos que he pasado en el hogar, en el seno de mi familia”.

Esos momentos en que has convivido con una familia alegre, si has tenido la dicha de tener una familia en paz y estable, son momentos que quedan grabados en el alma como momentos muy felices.

Cuando el papá no le falta el respeto a la mamá, cuando los hijos saben amar a los padres y los padres a los hijos, cuando hay todo esto en un hogar, la felicidad que se vive en el interior de esa familia, es una felicidad que no se puede vivir en ningún otro contexto.

Si usted se esfuerza mucho en alcanzar muchas metas, pero no se está esforzando en tener una familia en paz, una familia en donde haya amor y respeto, usted se está equivocando trágicamente, porque usted mismo se está cerrando la puerta a una paz genuina y verdadera, a una alegría genuina, que solamente la familia nos puede dar.

Un último pensamiento nos dice:

“Qué es una familia, sino el más admirable de los gobiernos”

Toda familia tiene un gobierno. Esto quiere decir que hay leyes que la rigen, hay límites, circunstancias que debemos respetar para que la familia funcione. Cuando esas reglas que deben regir a la familia, se rompen, hay consecuencias y éstas son precisamente que la familia no funcionará bien.

Para que una familia pueda funcionar, se deben de respetar las reglas que la rigen. Es muy importante que entendamos este principio ¿Quieres que algo funcione? ¿Quieres que un negocio funcione? Hay reglas para que el negocio funcione bien.

¿Por qué no hay un deseo por la familia?
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