La vocación del matrimonio
 

Introducción.
 


Por: Profr. Roberto Durán

Quiero comenzar este tema narrando una experiencia que tuve hace algunos años. Estábamos en una conferencia para padres de familia, y la directora de una escuela hizo una pregunta: “¿por qué los padres aman más a sus hijos que a sus esposos?”

El conferencista después de pensar un momento, dijo lo siguiente: “es correcto atender a los hijos, dedicarles tiempo y consagrarse a ellos, pero no es correcto que los padres dejen la vida matrimonial por dedicarse solamente a los hijos”.

Muchas personas tienen un desequilibrio en sus matrimonios a causa de esto; o sea, hay un énfasis mayor en los hijos y una deficiencia en el matrimonio; o al revés, hay una gran dedicación al matrimonio y un descuido a los hijos. Se requiere un equilibrio en cada matrimonio, por ello es importante la vocación matrimonial y la vocación de ser padre.

Quizás usted haya escuchado a alguna mujer cuando se le pregunta si es feliz en su matrimonio, que ella contesta: “sí, mi marido es muy lindo, muy amable y trabajador, es responsable y se dedica a mí”.

Pero después se le pregunta: ¿y cómo ve usted la relación de su marido con sus hijos? Ella contesta: “a veces no les dedica el tiempo suficiente, no les tiene mucha paciencia, no hace las tareas con ellos porque está cansado del trabajo”. La respuesta final de ella será: “es buen esposo pero no buen padre”.

Puede encontrarse también un caso al revés, en que quizás la mujer dice: “bueno mi esposo es un poco distante de mí, un poco frío… pero es una persona buena, es muy buen padre, se dedica a los hijos, sale con ellos al parque, los atiende, les da la mejor escuela, es muy dedicado a ellos” . En otras palabras: buen padre pero no buen esposo.

Seguramente usted estará identificando su matrimonio o las familias que le rodean. Se requiere un equilibrio para ser buen padre y buen esposo. Cuando se tiene esta idea, entonces se trabajan las dos áreas fundamentales del matrimonio, que es la relación matrimonial y la relación con los hijos.

Se necesita un equilibrio, si usted le dedica más tiempo a una cosa que a la otra, obviamente habrá un desequilibrio. Esto es tan importante ya que si en nuestro matrimonio tenemos ese punto de equilibrio, tendremos una familia más estable, una familia que podrá disfrutar mejor la relación familiar.

Aprendiendo a tener una familia
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