La autoestima de los niños
 

Cuidado con el desaliento
 


Por: Profr. Roberto Durán

Quiero platicarle una anécdota. Esta es una anécdota imaginaria pero trae muchas cosas de verdad. Un día el diablo hizo una venta. Sobre el césped puso todas sus herramientas indicando el precio de cada una de ellas. Ofrecía una amplia selección: odio, celos, engaño, mentira, orgullo. Y todas eran muy costosas.

A un lado había una herramienta que se veía más usada que las otras. Lo sorprendente era que tenía el precio más alto. El nombre de esa herramienta era: desaliento. ¿Por qué el desaliento era la herramienta más útil del diablo?

Del odio, las personas pueden salir cuando perdonan, y debemos de enseñar a nuestros hijos a perdonar siempre. De los celos, la persona se puede escapar cuando en verdad perdona a su pareja y vuelven a recomenzar. Las mentiras, se pueden cambiar cuando se habla la verdad, y debemos enseñar a nuestros hijos a hablar verdad. Todas esas cosas se pueden vencer.

Pero el desaliento es terrible, porque la persona se abandona, ya no quiere seguir luchando. En todos los aspectos de la vida, aún en las cosas más irrelevantes se puede ver el desaliento. Y es devastador.

Cuando usted se siente desanimado en su vida familiar ya no quiere interactuar con su pareja, se ha vencido, cree que ya no hay solución a su problema matrimonial y no solamente en el matrimonio, en su trabajo, ya no ve la solución, ve la crisis y decide soltar las cosas, entonces el desaliento puede afectar cualquier faceta de la vida.

Simplemente, cuando un joven se desanima porque cree que es muy difícil la escuela, puede llegar a desertar y abandonar su deseo de prepararse. Eso es terrible.

Debemos de enseñar a nuestros pequeños a luchar contra el desaliento. Es normal que venga cuando las situaciones son muy adversas. Pero cuando alguien toma la actitud de vencer sobre esto y no se deja abatir, entonces la autoestima sube y todas las cosas cambian.

Es más, yo le puedo decir algo: todo puede ser muy difícil y contrario, pero cuando tomamos la actitud correcta entonces llevamos más de la mitad de la batalla ganada. Pero cuando estamos derrotados, estamos ya vencidos sin luchar.

Cuando tienes una actitud correcta ante las problemáticas de la vida, tú enseñas a tus hijos y entonces las cosas cambian de una forma extraordinaria. Debemos de enseñarles el valor y lo importante de ser felices.

Tú decides que tan feliz quieres ser
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