Un refugio, una esperanza

Hablando de este estado depresivo de tristeza quiero mencionarles un texto de las Sagradas Escrituras:

“Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación. Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios”.

Salmo 90:1,2

Aquí encontramos en la primera parte un reconocimiento de la obra que Dios ha hecho, pero luego, nos muestra a Dios como el refugio que ha perdurado como refugio de generación en generación para los seres humanos.

A pesar de que vivimos en un mundo tan materialista, nuestra realidad es que somos seres humanos que necesitamos ayuda espiritual y esa ayuda la podemos encontrar en Dios, a través de Jesucristo.

Esta ayuda espiritual está al alcance nuestro en la persona de nuestro Creador, de nuestro Dios, quien a través de Su Libro Sagrado nos ofrece esa ayuda que necesitamos.

El sentir tristeza y depresión quiere decir que hay una realidad interna que es más allá de lo material. Podemos no tener enfermedades, estar físicamente bien y sentirnos tristes, vacíos, deprimidos. Eso es un reflejo de que nuestra humanidad tiene necesidades espirituales. Y esa necesidad solo la podemos sacar adelante en la medida como buscamos a Dios y nos acercamos a él.

Qué precioso texto: “Tú nos has sido refugio de generación en generación” . Él es un verdadero refugio para aquellos que lo buscan de todo corazón, para los que ponen su confianza en Él.

No estamos hablando de una religión o de un grupo de personas, estamos hablando del Dios vivo y verdadero que dejó escritas las Sagradas Escrituras y a través de ella nos recuerda que el ser humano no tiene por qué estar triste, sin esperanza, vacío, lleno de temores y miedo, sino que en Dios hay un refugio.

Él mismo es nuestro refugio y toda aquella persona que con corazón humilde y sencillo se acerca a Dios, Dios lo toma y lo ayuda, lo hace salir adelante.

Hay miles de personas en el mundo que, además de las Sagradas Escrituras, pueden decir: “verdaderamente Dios es un gran refugio, porque él me ayudó a salir de mi tristeza, de mi depresión, él me ayudó a abandonar una vida mala, y a través de Cristo me ha dado una vida nueva”.

Si tú eres una nueva mamá, tienes un nuevo hijo, una nueva vida. Tu hijo te necesita mucho, tu esposo también. Adelante y que Dios te bendiga.

 

Dr. Salvador Cárdenas

Programa:
La depresión post-parto
Regresar
Índice
Menú
 
Estaciones de Radio
 
Audio en Linea
 
Lea nuestros Artículos