Existen dos tipos de depresión: la mayor y la distimia.

La depresión mayor es caracterizada por un estado persistente de tristeza. A continuación numeraré algunos síntomas que, si son persistentes pueden señalar que el niño tiene depresión:

• Se siente mal
• Tiene baja la energía
• Las tareas más simples lo desaniman
• No tiene la capacidad de sentir placer y disfrutar las cosas lindas de la vida
• Aquellas cosas que antes le traían felicidad ya no las disfruta
• Tiene sentimientos de irritabilidad, de enojo o ansiedad
• Es incapaz de poderse concentrar
• Pierde o gana peso
• Duerme mal
• Come mucho o poco
• Tiene sentimientos de que no vale nada
• Tiene dolores en su cuerpo que le afectan sin estar enfermo de nada.

El niño con depresión descrita como distimia , puede presentar dos o más de los siguientes síntomas durante por lo menos un año:

•  Sentimientos de desesperanza

•  Baja autoestima

•  Dormir mucho o poco

•  Fatiga extrema

•  Dificultad para concentrarse

•  Falta de apetito o comer demasiado

¿Cuáles son las causas de la depresión en los jóvenes?

Los niños y los jóvenes adolescentes deprimidos tenderán a utilizar el alcohol y/o las drogas, porque estas sustancias, momentáneamente les permiten olvidarse de la depresión y parecieran ser la salida perfecta. Sin embargo, contrariamente, hacen que la depresión empeore más y más.

Muchos factores pueden estar envueltos. Algunos especialistas en las neurociencias dicen que se trata de factores genéticos que afectan al sistema nervioso, como los neurotransmisores, los cuales son sustancias químicas que llevan las señales a través del sistema nervioso y éstos pueden limitar la habilidad de la persona para sentirse bien. Así, la depresión podrá manifestarse en familias enteras por generaciones.

También cuando en la vida hay un suceso que ocasiona dolor , ocasiona tristeza como la muerte de un ser querido, la muerte de una mascota, una cuestión de desequilibrio social, el cambio de casa de una ciudad a otra, el que los niños presenten presiones psicológicas, la enfermedad crónica, y hasta medicamentos, etc., pueden conducir a la depresión.

Es importante que podamos detectar tempranamente en nuestros hijos los trastornos de la ansiedad como la depresión, porque pueden llevarse a la etapa adulta ocasionando que no sepan enfrentar la vida, y tristemente terminar en el suicidio.