Papá, ¿cuál es el centro de tu vida?

Hoy te haré una pregunta: ¿En qué centras tu vida? La respuesta puede ser “En el trabajo”. Si es así entonces tus hijos te serán un estorbo en vez de verlos como una bendición.

Llegarás cansado después de estar trabajando todo el día, eres un adicto al trabajo, no tienes paciencia para estar en casa, pero eso sí, dedicas muchas horas al trabajo. ¿Dónde está centrada tu vida?

Alguien pudiera responder: “En las posesiones”. Entonces podrás tener cosas, podrás tener ropa buena, un hogar, carro, lanchas, joyería, fama, gloria, o aun ser una persona prominentemente social, famoso; ¿pero sabes una cosa? Eso se evapora, tan rápidamente como el agua cuando está bajo el fuego.

¿Dónde está tu vida centrada? “¿En el yo?” Pobres de tus hijos, pobre de tu pareja, porque solamente estarás buscando el egoísmo, la avaricia, la codicia, porque buscarás lo tuyo propio, pero no buscarás a tu familia.

¿Dónde debe estar centrada tu vida entonces? En los principios, y no cualquier clase de principios, estamos hablando de los principios de Dios.

Cuando un padre de familia tiene su vida fundada en los principios de Dios, en las sagradas escrituras, ama al Señor Jesucristo con todo su corazón, ama a su esposa, tiene la sabiduría que Dios da por medio de su sagrada palabra para enseñar a sus hijos y criarlos desde el inicio de su vida, esos hijos van a ser joyas.

Esos hijos serán diamantes, van a ser triunfadores en la vida, personas que no nacieron para perder, sino para triunfar, porque el triunfo verdadero lo obtenemos en Dios por medio de Cristo quien nos lleva de triunfo en triunfo en Cristo Jesús.

Si esto no es así, nuestros hijos entrarán en la adolescencia y serán atraídos por el alcohol, las drogas y el tabaco las cuales pululan el día de hoy.

Programa:
Nacidos para perder II: El cerebro se moldea en casa
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Los peligros de asechan a los adolescentes actualmente
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