El vínculo paterno tiene que ver con una relación en la que tú le inviertes tiempo a tu hijo, e implica que sepas :

• Comunicarte con él

• Aplaudirle

• Atender a sus necesidades

• Estimularlo

• Estar con él

• Jugar

• Guardar tus palabras destructivas

• Conducirte bien delante de él

• Proveerle seguridad

• Exaltar sus virtudes

• Mostrarle afecto, ser cálido, abrazarlo

• Hacerle sentir que pertenece a ti, a una familia
  

A través de este vínculo tú como padre provees en el hogar la atmósfera para que tus hijos puedan desarrollar su mente adecuadamente. Los niños necesitan un creciente sentido de ser competentes, sentirse amados y aceptados en su familia y en la sociedad.

Todos los niños tienen el deseo natural de hacer todo bien. Como padres podemos alentar a nuestros hijos en sus intentos, felicitarles en sus logros. Como adultos, nosotros tenemos muchos más recursos para poder enfrentar la vida, ellos no, necesitan nuestra ayuda.

El padre tiene la oportunidad única de crear un ambiente positivo en su hogar, un ambiente que hace que el hijo se refuerce. Así se le inculca una aguda percepción de quién es, a dónde va y de dónde viene.

Tales chicos serán menos propensos a tener relaciones sexuales antes del matrimonio, a entablar relaciones mal sanas en busca de amor y aceptación. Serán menos propensos a rebelarse, a ceder a la presión de sus compañeros. Serán menos influenciados hacia el alcohol y las drogas.