Somos el resultado de nuestras decisiones

Nosotros somos el resultado de nuestras propias decisiones, y lo que queremos es enseñar a nuestros hijos a que sean responsables en ello. La pregunta que yo haría en este día a usted, padre de familia es: ¿Ha sido responsable con las decisiones que ha tomado? Analice su vida por un momento.

Como aquella mujer que abandonó a su esposo y a sus hijos. Mala decisión, ahora vive con su amante el cual le propina tremendas golpizas, seguro es que esta mujer se lamenta en este momento. ¿Cómo pudo haber tomado tan mala decisión? Viviendo con una persona alcohólica que la golpea y que le hace la vida infeliz.

O los matrimonios llevados a cabo por las consecuencias de una relación sexual y donde no han estado preparados para ser responsables en el matrimonio. Definitivamente somos el resultado de nuestras malas decisiones.

Padre de familia si el día de hoy usted se encuentra totalmente trastornado en una situación personal, donde usted se ha dado cuenta que ha tomado muy malas decisiones en su vida, que ha estado cometiendo error tras error, ¿no  será momento de reflexionar?

Si usted reconoce que para empezar usted no ha tomado en cuenta a Dios, para tomar sus decisiones en la vida y que en este momento usted se encuentra hundido en una situación terrible, amargado, desilusionado, donde ve su hogar totalmente trastornado o ve a los hijos que a lo mejor se esfuerzan en la escuela pero no está esa unidad familiar, no está la bendición abundante, la cual Dios le quiere dar…

Yo le quiero decir que Dios de continuo nos exhorta a que tomemos las mejores decisiones como adultos aun en esta condición. En el libro de Deuteronomio, capítulo 30, Dios después de hablarles todas las bendiciones a su pueblo, que iban a venir por las buenas decisiones, la obediencia y también las malas consecuencias por las desobediencias o las malas decisiones, dice lo siguiente en el versículo 19:

“A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;”

Vea usted la palabra “escoge”. Es una palabra muy importante, nos da la decisión.

Aquí es donde Dios comienza a hablarle a usted: “tome decisiones correctas para que pueda enseñarles a sus hijos a tomar las mejores decisiones”. Porque si no, usted estará encuadrado en lo que dice el libro de Proverbios 19:3

“La insensatez del hombre tuerce su camino, Y luego contra Jehová se irrita su corazón.”

Es un tiempo de meditar para que usted pueda enseñar a ser responsables a sus hijos, a tomar las mejores decisiones. Debe de comenzar analizando su propia vida, ver si efectivamente usted ha tomado esas decisiones correctas y ha hecho lo mejor. Eso se demuestra en el resultado.

Es tiempo de que usted medite seriamente en las cosas que Dios está hablando. Nosotros somos el resultado de nuestras buenas y malas decisiones. Dios nos habla y busca que tomemos la mejor decisión.

Usted comenzará una vida nueva cuando comience a tomar las mejores decisiones. Sus hijos serán personas victoriosas en la vida porque saben hacer lo correcto, porque saben los beneficios de tomar las mejores decisiones y saben las consecuencias de tomar muy malas decisiones. Que Dios le bendiga.

Prof. Roberto Durán

Programa:

La formación del carácter de los niñosIII Parte: La responsabilidad

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