Cómo prevenir las adicciones en la familia

 

Cuarto: Mantén una estrecha comunicación con tus hijos. Ese es un aspecto que no puede ponerse como algo secundario. Una comunicación saludable, buena, entre padres e hijos, es indispensable y no puede ser sustituido con ninguna otra cosa.

Estoy consciente en que cada vez  hay menos tiempo para convivir, precisamente por los horarios, las distancias que los padres tienen que estar enfrentando, estoy consciente de eso. Pero el tiempo que tengas disponible para tu familia, sea un tiempo de mucha calidad, convivencia, fraternidad entre ustedes, de conocerse.

A tus hijos tú les haces falta. Les hacen falta los consejos de un padre que conoce a sus hijos. Hay padres que dan muchos consejos pero quizás son bien equivocados porque quizás esos consejos te funcionan con un hijo pero con el otro no.

Para dar el consejo adecuado a cada hijo necesitas conocerlos, qué piensan, qué sienten, qué les entusiasma, qué les entristece o deprime, conocer su corazón y sus pensamientos es básico en estos tiempos para tener una familia unida y para ayudar a tus hijos a ser personas libres de adicción, libres de todo tipo de vida mala.

Usted como padre o madre juegan un papel indispensable e insustituible para sus hijos.

Quinto: Date tiempo para estar con tus hijos. Haz todo lo posible por fabricar tiempo para estar con tus hijos, aunque el tiempo es escaso, siempre  la gente se da tiempo para visitar un amigo, un lugar. Bueno, es importante que te des tiempo para estar con tus propios hijos.

La comunicación con tus hijos, es indispensable si realmente quieres evitar que tus hijos entren en ese submundo de las adicciones. Si tus hijos no tienen comunión contigo y no tienen pláticas contigo, te aseguro que sí tienen pláticas con otras personas, compañeros, inclusive esos compañeros son poco adecuados para influir en tus hijos, pero lo están haciendo porque tú no estás influyendo en la medida necesaria.
 
Ayuda a tus hijos platicando con ellos, conociéndolos, amándolos y aconsejándolos. Pero para aconsejar hay que conocerlos.

Termino compartiendo un texto del Antiguo Testamento:

“El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y reciben el daño”.
Proverbios 22:3

El hombre prudente observa cuando las cosas están complicadas y cuando las cosas son graves, y busca la solución para no caer en eso.

El simple, el que no hace caso de la advertencia, el que no hace caso del consejo ve todo lo malo que está sucediendo, no se protege y no toma medidas para evitar verse involucrado en eso que está mal.

Espero que los jóvenes que están leyendo estas palabras, sean jóvenes inteligentes, avisados, y no simples que digan “a mí no me va a pasar nada malo, yo voy a hacer lo que yo guste con mi vida”.

Ojalá que tu pensamiento sea: “voy a ser inteligente para vivir adecuadamente mi vida, alejado de las adicciones, del alcohol, del tabaco, porque tengo metas que alcanzar a corto, mediano y largo plazo”. Que tengas visión de tu vida.

Que Dios te bendiga a ti que eres joven, que tienes toda una vida por delante. No te involucres con el cigarro, con ninguna adicción que pueda afectar de forma muy triste tu vida. Hasta pronto.

Dr. Salvador Cárdenas

 

Programa:

Adictos al cigarro

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