Causales del divorcio

La mayoría de las leyes permiten el divorcio bajo circunstancias específicas, no sólo porque a uno de los dos se le ocurre divorciarse. Explicaremos algunas de ellas:

El mutuo consentimiento. La pareja se pone de acuerdo y su sola voluntad es suficiente para que proceda legalmente el divorcio.

El adulterio. Una de las causas más importantes por las que se permite el divorcio es el adulterio de una de las partes. Examinándolo bien, el adulterio es un acto de gran cobardía, porque los contrayentes se prometieron fidelidad y respeto, y el adulterio rompe totalmente con esos votos.

El adulterio hiere a la persona ofendida. Pocas cosas ofenden más a un hombre o una mujer que el hecho de que su pareja le sea infiel. Es algo muy desagradable y triste que ofende a toda la familia. Si el padre es infiel, tanto la esposa como los hijos son ofendidos, igualmente si la mujer es infiel.

Es interesante ver que desde una perspectiva escritural cristiana, el adulterio es también una causal de divorcio. Así, tanto el Nuevo Testamento cristiano como las leyes de los países están de acuerdo en ese sentido.
 
La bigamia. Cuando la persona casada se vuelve a casar sin divorciarse previamente. La persona ofendida por el segundo matrimonio puede interponer la demanda para obtener su propio divorcio.

El delito que cometa un cónyuge contra otro. También es una posibilidad de divorcio, considerado en muchas leyes. La ofensa, el robo, forzar al otro a cometer un delito, son causas por las cuales se permite el divorcio.

El incumplimiento de los deberes inherentes al matrimonio. El matrimonio es un pacto donde hay derechos pero también obligaciones. Cuando se incumplen esos deberes, surge esta causal. Por ejemplo, el poner en peligro el patrimonio familiar, la delincuencia habitual de alguno de los cónyuges, no proveer para los alimentos para el cuidado de los hijos o del otro cónyuge, la incitación a la prostitución, etc.

El abandono injustificado del hogar conyugal. Las mujeres dicen “mi marido se fue y ya no regresó desde hace 2 años, no sé de él, me habla una vez cada 3 meses”. Esa sería una causal       de divorcio porque sin haber motivo ese hombre se aparta de su familia y no está cumpliendo con los deberes del matrimonio.

La declaración judicial de divorcio produce un efecto fundamental: permite libertad al cónyuge de contraer nuevo matrimonio si así lo desea, ese es el resultado final del divorcio.

También quedan disueltas las obligaciones y los derechos que se tenían, a excepción de los alimentos hacia los hijos y en ciertos casos, hacia el cónyuge.

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