Tercer error: la comparación

Otro error es la comparación. Por alguna extraña razón, los padres siempre estamos comparando a los hijos unos con otros, o con hijos de otros matrimonios.
 
En una escuela donde hubo una obra de teatro donde se repartieron diferentes papeles y actuaron todos los niños, había algunos disgustos de los padres diciendo: ¿por qué mi hijo no tiene la facilidad de hablar como aquél niño que está haciendo el papel principal?

La respuesta es muy sencilla: la capacidad de uno no es la capacidad del otro. Siempre los padres tenemos esa tendencia, a la comparación. Este es un error que debemos de evitar totalmente porque cada uno de nuestros niños tiene una capacidad y un potencial totalmente diferentes.

A través de la historia, diferentes personas han entendido este error y lo han evitado logrando cosas impresionantes. Por ejemplo, Thomas Edison, el más prolífico inventor de la historia era considerado, cuando era joven, como alguien imposible de aprender nada.

Albert Einstein. Se decía que nunca lograría algo grande. Si los padres de Einstein hubieran pensado así, no habría un hombre con las potencialidades y las capacidades como lo fue Albert Einstein.

Con ello quiero decirle lo siguiente: debemos de comprender que las comparaciones no deben hacerse en ninguna manera entre nuestros hijos. Pueden haber, en un momento, héroes que les ayuden a nuestros hijos como motivación, que les sean un ejemplo, pero las comparaciones son imposibles, usted no es igual a ningún miembro de su familia.

Cada uno de nuestros hijos son genios y tienen un potencial increíble. Son campeones, pero si usted los compara los va a frustrar. Porque el campeón que usted tiene en su casa no puede ser el campeón de la casa del vecino.

Siempre les pregunto a los padres cómo van sus hijos, y me dicen: “pues no sé, mis hijos no son tan dedicados en la escuela”, etc. Usted necesita ver el campeón que tiene en su casa y mirar que su hijo tiene un récord.

Yo siempre estoy feliz cuando mis hijos están progresando individualmente en cada una de sus áreas. Y veo que están progresando.

Observe algo ¿están progresando sus hijos? No importa cuanto. ¿Están progresando? Y si la respuesta es que sí, debe usted alegrarse. Si usted se esfuerza va a mirar un mayor progreso en sus hijos y con el tiempo usted verá que el progreso en ellos estará manifestándose prontamente.

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Los errores más comunes que cometen los padres en la educación de sus hijos

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Cuarto error: "el papalote de cola larga"
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