Por: Ing. Gilberto Sánchez

Para finalizar, tomaremos un texto de las Sagradas Escrituras, la regla máxima de moral:

“El avisado ve el mal y se esconde; mas los simples pasan y reciben el daño”.
Proverbios 22:3

Cuando alguna persona escucha, se informa o es notificada de alguna tragedia, de alguna persona, vecino, familiar, y tiene la sabiduría para actuar y darse cuenta de que también puede ser afectada por esa circunstancia, toma providencias.

Del mismo modo, aquellas personas que escuchan las advertencias de esta situación que está afectando a la sociedad, y que ponen su oído atento a lo que otros están sufriendo, actuarán como consecuencia, para no recibir el daño, es decir, experimentan en cabeza ajena.

En cambio, “el simple pasa y recibe el daño”. Es aquella persona que no escucha, que es ligero ante la llamada de advertencia, o ante la alarma, y no toma acciones para evitar caer, por lo cual sufre el daño.

Querido lector, padre o madre de familia que nos escuchas hoy, vivimos tiempos en donde parece que la sociedad no escucha. Tal vez adormecida porque los eventos de violencia cada vez son más frecuentes y cada vez se toleran más.

Muchos no reaccionan hasta que llegan las consecuencias. Y aún muchos, después de que llegan las consecuencias, no aprenden ni recapacitan de la experiencia vivida.

Dios, que conoce todas las cosas, que es más sabio que todos nosotros y que conoce lo porvenir, nos advierte en su Sagrada Palabra, que cuando veamos el mal aprendamos a tomar acciones para evitar que nos alcance.

Ante una situación de violencia creciente en la sociedad y ante la situación en donde los medios de comunicación no bajan sus índices de violencia ¿qué se puede hacer?

En la tercera parte de este tema expondremos algunas recomendaciones que algunas instituciones serias han dado para poderle hacer frente a esta problemática tan creciente: la violencia en la televisión.