Los valores morales

 

Alarma en Goa: el choque de valores
 

Por: Ing. Gilberto Sánchez

Para esto, el joven Arun Saldaña nos describe cómo había sido el proceso para llegar hasta este tipo de situaciones. Empieza a narrar desde los años 70’s en su reporte:

“En los años 70’s, los hippies escuchaban su música tendidos en las playas y embrutecidos por las drogas, mientras la población local trabajaba para subsistir. Dos mundos opuestos coexistían en una misma aldea, pero nunca hubo problemas para hablar de ello.

En los años 80’s, las fiestas se volvieron multitudinarias. La música se tornó electrónica y el mercado de la droga se organizó mejor. A comienzos de los años 90’s, el turismo hippie dio paso a una de las más famosas expresiones del rap en el mundo, la música “Goa Trans”, o “Trance de Goa”, que no sólo atrae a ravers y a grupos de turistas del Reino Unido, Israel, Alemania, Francia, o Japón, sino también a la juventud local.

En Goa, la alarma moral se ha convertido en un problema entre norte y sur, debido a ese insidioso imperialismo cultural. Para numerosos padres, periodistas y activistas, los extranjeros blancos están imponiendo su cultura a los jóvenes indefensos de Goa.

Tradicionalmente las fiestas de Goa Trans se celebran durante la luna llena, en navidad o año nuevo, en playas, bosques y colinas. La entrada es gratis y se prolongan hasta el día siguiente, y mantienen despierto al pueblo.

La música Goa Trans, es música tecno rápida y reiterativa con cadencias que recuerdan la armonía oriental. El pasado hippie de Anjuna se refleja en las pinturas fluorescentes y en espectáculos que se adaptan a la fuerza psicodélica de la música realizada por el consumo de drogas ilegales, como LSD, éxtasis.

Muchos habitantes de Goa participan vendiendo té, comida rápida, cigarrillos, conduciendo taxis, alquilando habitaciones, motos, recintos para fiestas, equipo sonoro. También venden alcohol, ropa, alimentos, etc.

Y como la música ruidosa está prohibida en Goa después de las 10 de la noche, policías corruptos pueden ganar montones de rufias, (moneda de plata hindú), cobrando sobornos por permitir las fiestas y la posesión de drogas.

Las festividades de Anjuna son tan interesantes para los extranjeros como para los goanos. Sin embargo, esta dimensión económica es ignorada por sus detractores que estigmatizan la atmósfera festival de la ciudad por estimar que complace a los turistas, corrompe al gobierno y seduce a la juventud de Goa.

Se trata de una alarma moral, con una dimensión poscolonial e intercultural”.

Arun le llama “alarma” porque se exageran los efectos del trance y le dice “moral” porque siempre tiene una connotación puritana y patriótica. Para terminar, Arun dice lo siguiente:

“Ello impide admitir que muchos jóvenes de Goa disfruten de las fiestas sin drogas demasiado caras, sin sexo, contrariamente a la idea generalizada en la región.

Los ravers no son orgías sexuales; es más, numerosos jóvenes ricos de Bombay están descubriendo la Meca del Rav en su propio país. Pasan fines de semana y vacaciones disfrutando de esas fiestas, aunque se quiten la indumentaria hippie al regresar a casa”.

Aquí encontramos lo que llamaremos un “choque de valores”, en otras palabras, dos maneras distintas de ver las cosas.

Por un lado vemos padres que están considerando que es más importante que sus hijos no caigan en la inmoralidad sexual, en el alcoholismo o la drogadicción, que se estresan y angustian porque los grupos de mafia estaban proliferando, invirtiendo mucho capital para construir hoteles y lugares de diversión.

Por otro lado, tenemos una persona con un punto de vista muy liberal, considerando que “no es para tanto” y que se estaba teniendo un beneficio económico al tener mayores ingresos.

¿Por qué se pueden dar estos puntos de vista tan diferentes? Puede haber muchas razones, entre ellas, las influencias que puede recibir una persona durante su vida.

La conciencia, código de conducta
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