Cómo criar a nuestros hijos adolescentes II:
Transición de la niñez a la etapa adulta

 

Cada uno de nuestros hijos tiene diferente personalidad
 

Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Los padres pueden detectar el carácter terco y la personalidad fuerte y dominante de su hijo, desde los 18 meses de edad.

Esa personalidad puede manifestarse en diferentes acciones: que el niño ya se quiera vestir solo, no quiere ayuda de los padres, no quiere comer ciertos alimentos, etc.

            Por otro lado, el hijo pasivo es más dependiente de los padres; a la misma edad, todavía puede permitir que sus padres lo vistan hasta que sea más grande.

            Si los padres pudiéramos ser capaces de reconocer las diferentes personalidades y características de nuestros hijos, frecuentemente trataríamos de usar la misma disciplina o técnica educativa con todos nuestros hijos, sin tomar en cuenta que cada uno de ellos tiene diferente personalidad.

            Si tratamos a la gente adulta de diferente manera, dependiendo de sus personalidades individuales, lo mismo debemos hacer cuando se trata de los niños.

El comportamiento que vemos en nuestros niños, es el resultado de la interacción de su personalidad y el ambiente. ¿Qué es el ambiente? La situación familiar y la forma en que son tratados.

            No nos cansamos de decir que una familia en la que hay pleitos, palabras malsonantes, desobediencias, mal carácter, machismo, alcoholismo, adulterio, irresponsabilidad, etc., es obvio que va a afectar muchísimo el desarrollo del niño.

Cuando éste llegue a la adolescencia, no tendrá las herramientas necesarias para hacerle frente a los problemas que va a encontrar.

¿Cómo tratamos a nuestros hijos?
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