Cómo criar a nuestros hijos adolescentes III:
Cómo acercarnos a ellos

 

Evitemos la lucha de poderes
 

Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Esta es la primera técnica que vamos a explicar. Debemos empezar a tratarlos de manera diferente, puesto que están por convertirse en personas adultas.

Es necesario aprender cómo enfrentar los cambios de nuestros hijos, qué herramientas nos pueden ayudar a acercarnos a ellos, a evitar la confrontación y la lucha de poderes en casa.

            Si tú estás en una constante lucha para tratar de controlar a tu adolescente, automáticamente pierdes. Evita el forzar a tu hijo a hacer cosas que provocarán una lucha de poderes y, si ellos se rehúsan a cooperar, establece ciertas reglas y consecuencias que tú puedas reforzar y controlar.

            Muchos padres se sienten frustrados porque están tratando de ayudar a su joven adolescente y, simplemente, no pueden. Quizá le dicen: “Ahora vas a hacer lo que yo diga”, el joven responde: “No, no lo voy a hacer”. Ahí empieza la confrontación por el poder. Evita esa lucha.

            Es muy diferente cuando ves que ellos se rehúsan a cooperar; lo que debes de hacer es establecer reglas y consecuencias.

            Algunos padres pelean contra sus hijos y sienten que siempre deben de ganar el conflicto. Esto es, quieren que sus hijos hagan exactamente lo que les mandan. Este tipo de padres continuamente está peleando batallas pero nunca ganan la pelea.

Las luchas de poder contra el adolescente, pueden comenzar con frases tales como: “Limpia tu cuarto, haz el jardín, haz tu tarea”, etc. A veces es más importante concentrarse en ganar la batalla por tus hijos y no las batallas personales. Hay que cambiar a un tipo diferente de control.

            Podría ser mejor que el adolescente experimente las consecuencias de no hacer lo que tú le pediste. Aprenderán más cuando experimenten las consecuencias de la desobediencia.

            Cuando ellos ven que hay premios a la obediencia o, por el contrario, hay consecuencias negativas para la desobediencia, vas a tener la oportunidad de acercarte más a los adolescentes y tener una mayor cooperación de parte de ellos.

            Un ejemplo es el quehacer. Vamos a suponer que tú le delegas el arreglo del jardín. Le dices: “Si haces esto, vas a recibir tu cuota semanal”. Le dices que tiene que cortar el césped para el viernes y le das un límite de tiempo.

En lugar de estarle recordando durante la semana que tiene que arreglar el jardín, díselo solamente una vez y nada más. Le va a importar más no recibir su cuota semanal, en lugar de que le hagas que corte el jardín a la fuerza.

            Al acercarte a tu hijo de esta manera, evitas estar luchando para que te haga caso y, asimismo, utilizas una forma de control más pasiva.

¡Trátalos como adultos!
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