Problemáticas en la familia II:
"Problemas ocasionados por cuestiones económicas"

 

El clásico 'macho mexicano'
 

Por: Ing. Gilberto Ruíz

El que le gusta estar siempre a expensas de la mujer y que ella haga todo, siendo él un mero espectador esperando ser servido. Eso es una carga muy difícil para las mujeres. Una opción es que la mujer salga al ‘quite’ por amor a sus hijos para sacarlos adelante. Por otro lado, está la opción de una denuncia.

            Muchos hombres ya no ven a la mujer como una esposa, la ven como una criada o menos. Finalmente a la criada se le paga, pero a la mujer ni siquiera se le da nada, al contrario, se le exige todo.

            Ellas entran en el dilema de ¿lo atiendo o no lo atiendo? Hay mujeres muy abnegadas que, debido a su cultura, a su conciencia o a como fueron formadas, lo atienden. Pero la verdad es que esto trae un detrimento muy fuerte en la relación y va distanciando a la pareja. La mujer se siente decepcionada porque el hombre es un irresponsable.

            He conocido casos de mujeres que han tenido que dejar al marido por el mal testimonio ante sus hijos. Luego ellos van a seguir las mismas pisadas del padre irresponsable. Tal parece que ese “modelo” de padre ya es una plaga en nuestro país.

            En este tipo de situaciones la mujer puede buscar apoyo en alguna guardería o asociación civil que pueda cuidarle a sus hijos. Nada más busque con cuidado y seriedad.

            Hay maridos que si trabajan pero no dan dinero. Han entrado en un inmenso egoísmo y en una falta de amor hacia su esposa e hijos, que si trabajan y si tienen dinero pero no dan absolutamente nada para la casa. Esa también es una forma muy cruel de tratar a la familia.

            Si usted ve la creación, las bestias, los animales, ellos viven para sus hijos. No solamente proveen, sino que los instruyen, los enseñan, etc. Las mismas bestias del campo y las aves del cielo hacen eso, ¿dónde quedará usted que tiene y no le da a sus hijos? ¿Cómo será usted catalogado?

            Realmente el que manda es el que sirve. Cuando una persona se da por otros, lo que recibe es gratitud, es decir, afecto y respeto porque se lo ha ganado. No a base de gritos e insultos, sino a base de darse a los demás. Esa es la verdadera autoridad.

            Muchos maridos, llenos de amargura y rencor, no aman a su familia y la ven como una carga. Conozco hombres que les han dicho a las esposas: “Yo me voy a encargar de destruirte y te voy a dejar en la calle”. ¿Dónde quedó ese amor que él un día prometió ante el altar?

            Repito, considere su caso, vea cuál es la situación, pondere su caso y en base a eso, decida.

Mujer, exija respeto hacia su persona
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