Por: Ing. Gilberto Ruíz

Quiero terminar leyendo en las Sagradas Escrituras una afirmación de Jesús:

“…Más bienaventurado es dar que recibir”.

                                   Hechos 20:35

        Estas palabras de Jesús muestran un gran contraste con lo que hoy vive la sociedad. La sociedad hoy busca su felicidad en base a recibir. En cambio, Jesús dice que la mayor dicha o felicidad la vamos a encontrar al dar.

            Qué triste es ver esas casas donde el marido no quiere proveer. Tal vez quiere acumular su dinero, no quiere gastar ni invertir en sus hijos, quiere tener el dinero para su deleite y placer; o simplemente siente rechazo a su familia y lo hace a manera de venganza.

            Qué triste es ver a esas personas que no quieren dar. Jesús dice que no son bienaventurados, realmente no son felices. Están totalmente insatisfechos de sus vidas. Podrá aparentar que está tranquilos con su forma de vida, cómodos en su egoísmo; sin embargo, eso no es una verdadera felicidad.

            Si usted cediera, si amara a los suyos sin esperar nada a cambio, en verdad sería feliz. Qué lamentable es cuando se pierde la oportunidad de demostrar su amor dando.

            Ahí radica la verdadera felicidad: dando desinteresadamente. La conciencia aplaude y dice: “Correcto, estás amando; estás siendo una persona justa; estás siendo responsable y fiel hacia tu familia”. La conciencia nos hace entender que estamos bien y viene una gran paz.

            Nadie es más inteligente que Dios, él es bueno. Nadie tiene mejores intenciones para la familia, él es amor y busca que seamos bendecidos con su palabra. Ese Dios de amor, sabio y bondadoso, dice que es más bienaventurado dar que recibir. Él no se puede equivocar.

            Medite en estas palabras y ame a sus hijos. El tiempo se va y corre muy rápido; los hijos crecen y van formando raíces de amargura muy fuertes; su esposa también se amarga contra usted. El día de mañana usted va a ser un anciano y no va a tener quien le tienda la mano. No van a estar los hijos, porque usted los abandonó; no va a estar la madre abnegada, porque usted la abandonó hace mucho tiempo.

            No espere que su dinero lo saque adelante. El dinero no puede llenar la soledad. Van a llegar enfermedades que su dinero no va a poder curar; entonces, se va a sentir el ser más solo y miserable del universo.

            Aprenda a dar hoy. Qué bendición es dar la vida por aquellos a los que se ama. Es una sensación que no se compara con nada. Que Dios lo bendiga.