Por: Ing. Gilberto Sánchez

Quiero hacer una aclaración, el dinero no es malo ni es bueno en sí mismo, no es más que metal y papel. El punto importante es la actitud con que las personas ven al dinero.

            Casi todo en este mundo se compra y se obtiene con dinero, es decir, vivimos en la era de la globalización, de vender y comprar a fin de generar ingresos, obtener bienes e incrementar la calidad de vida. El hecho de que una persona necesite dinero obviamente lo obliga a trabajar, para poder conseguirlo; cuando trabaja se encuentra con un gran beneficio.

            Uno de los más grandes beneficios que el ser humano puede obtener cuando trabaja y gana dinero es alegrarse con su trabajo; que el hombre esté contento con lo que hace y, una vez ganado el dinero, vaya y supla las necesidades propias y las de su familia.

            Esto trae la satisfacción de saber que se está cumpliendo con los compromisos; el hombre se siente útil, siente que sirve para algo, siente que alguien depende de él y se siente muy contento de trabajar y ganar dinero honradamente y proveer de lo necesario a su familia.

            Esto no es más que una expresión de amor. Cuando un padre se dedica a trabajar y a ganar dinero, está amando a su familia. Y el hecho de que lo gane de manera honrada le da una conciencia tranquila, le da paz.

            A lo mejor la persona vive al día, pero cuando piensa: “Hoy gané lo necesario para sostener a mi familia”, siente paz, pues la está amando. Tal vez no ganó mucho, pero lo poco que ganó fue de manera honrada y lo comparte con los suyos, esto hace que la familia se sienta muy unida.

            Tener dinero te permitirá ir adquiriendo lo necesario para los tuyos y darles una vida digna, lo más cómoda posible. El estar construyendo tu vida en lo material, con esfuerzo, dedicación, perseverancia y paciencia te van a permitir ser un ejemplo para tus hijos.

            Esto le va a hacer que ponga su confianza no en una cantidad de dinero acumulada sino, primeramente, en Dios. Cuando se tiene un carácter confiado, tanto en su persona como en su familia, juntos podrán enfrentar cualquier circunstancia.

            Cuando una persona trabaja, crece en sus principios y obtiene disciplina y formación. Tal vez usted nunca lo había escuchado pero trabajar y ganar dinero es algo muy espiritual. En las Sagradas Escrituras, Dios le dijo a Adán:

“Con el sudor de tu rostro comerás el pan…”

                                             Génesis 3:19