Por: Ing. Gilberto Sánchez

El materialismo hace a un lado todo: la vida familiar, los valores morales, los valores espirituales, aún los derechos de las otras personas y sólo importas tú. “Para que yo sea feliz, necesito tener dinero”.

            La sociedad se convierte en una jungla donde impera la ley del más fuerte; que quiere decir ‘el que tiene más dinero’. El dinero gobierna las mentes y actitudes de las personas que, con tal de conseguirlo, venden y compran almas, consciencias, vidas, justicia y, en esencia, todo.

            Con tal de tener dinero, las personas ya no piensan en sus semejantes, sólo piensan en sí mismas. Entonces, el dinero que era antes una fuente de bendición para el hombre, se convierte en una maldición que destruye a la sociedad.

            El amor al dinero es una maldición en nuestra sociedad, las personas buscan maneras fáciles de conseguirlo, tales como: vendiendo drogas, alcohol, pornografía infantil, robando, etc.

            No importa si los jóvenes se están matando con el alcohol, si las familias se están desintegrando por las drogas, eso ya no importa. Lo realmente importante es el dinero. La gente piensa: “Si no lo vendo yo, otros más lo van a vender”. Y se vuelven insensibles ante el sufrimiento del prójimo.

            También está la pornografía infantil y el abuso de menores ¿Por qué? Porque deja mucho dinero; finalmente, ya no importa que las vidas de los niños sean destruidas y hechas pedazos, lo que importa es que se genere mucho dinero.

            Esas son algunas maneras fáciles de conseguir dinero, pero vea toda la maldad que se genera a su alrededor, todas las vidas que se destruyen, que sufren por la insensibilidad de los seres humanos.

            Pagar para evadir responsabilidades también se ha vuelto algo cotidiano: las mordidas, los sobornos, la justicia vendida, etc. ¿Por qué? Porque lo que importa es el dinero, no la justicia ni la rectitud.

            El robar para después vender los artículos a menor costo se vuelve una situación de maldad. Defraudar, mentir, pedir prestado y no pagar, todo esto puede ser provocado por el dinero. La sociedad se empieza a degradar y a corromper por haber puesto al dinero como su base para la felicidad.