La cefalea

 

El Dios que sana toda dolencia
 

Por: Dr. Salvador P. Cárdenas

Hay un texto en las Sagradas Escrituras que quiero compartir con usted, el texto se refiere a Jesús y dice así:

“Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.”

                                                                                  Mateo 4:23

            El Dios que viene descrito en las Sagradas Escrituras es un Dios que siente compasión y misericordia por aquellos que están sufriendo dolencias y enfermedades. De hecho, la ciencia médica tiene fuertes bases humanitarias y, en muchos casos, bases cristianas.

            No hay nada más cristiano que ayudar a los que están necesitados, a quienes tienen dolores o enfermedades. Jesús, el hijo de Dios, además de predicar lo que se conoce como el Evangelio, se preocupó por la forma en que la gente vivía en este mundo. Tanto le preocupó que sanaba las enfermedades y las dolencias de aquellos que estaban enfermos.

            Los teléfonos y los correos electrónicos de Esperanza para la Familia son exclusivamente para ayudarte en cualquier necesidad que tengas. En algunas cuestiones médicas sencillas podremos ayudarte, en otras ocasiones será necesario decirte que consultes a un médico especialista.

            Pero nunca pondremos en riesgo tu integridad, cuando lo que nos expreses pueda ser complicado o grave; siempre te diremos: “Ve con el médico más cercano”, o te invitaremos a que tengas una plática personal con alguno de los que trabajamos en esta asociación.

            Es importante que ante situaciones estresantes o angustiantes para ti, busques ayuda. Te reiteramos que nuestro compromiso como médicos y consejeros es tender esa mano amiga en los momentos difíciles y complicados que se pueden presentar por algún problema emocional o de salud física.

            Los dolores de cabeza, que fue el tema central de esta plática, pueden representar algo sencillo de tratar, pero también pueden representar alguna complicación grave de una enfermedad que desconoces que tienes y que el dolor de cabeza está evidenciando.

            Estamos para servirte, el mejor ejemplo de servicio nos lo ha dado el Señor Jesucristo, quien se interesó en las personas íntegramente. Les habló del Evangelio, que tiene que ver con cuestiones espirituales, pero también se interesó en la salud física de las personas.

            Nosotros no somos dioses, no podemos sanar a alguien; pero si Dios nos ha dado las herramientas médicas, las ponemos a tu disposición para ayudarte en la medida de nuestras posibilidades.

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