Cuando el comportamiento identificado es visto o escuchado, el padre debe permanecer tranquilo y debe ponerle una consecuencia; no debe haber ninguna tensión emocional de parte de los padres, ni tampoco darle al muchacho lo que quiere.

Si decides ignorarlo, debes hacerlo cada vez que él lo haga, no puedes ignorarlo una vez y la próxima discutir con él; debes estar seguro que el comportamiento está siendo ignorado por completo. Muchas veces, cuando los padres piensan que lo están ignorando, no eliminan totalmente la tensión de las murmuraciones y del hablar entre dientes.

Sin embargo, cuando este método de disciplina es usado, debes estar seguro de que todas las reacciones que puedas tener como padre, ya sea verbales, como darle discursos, gritar y hablar entre dientes; o no verbales, como enojarte fuertemente, hacer gestos con los ojos, menear tu cabeza o azotar la puerta, sean quitadas, para que puedas tratar efectivamente con el comportamiento que estás tratando de corregir.

Continúa ignorando el comportamiento aún si este se vuelve peor. Algunas veces, cuando quitas la atención que anteriormente le dabas al comportamiento, el adolescente tiende a intensificarlo; o sea, como ve que ya no le pones atención, lo hace mas frecuente que antes.

El muchacho, que usualmente molesta a su mamá por diez minutos para obtener lo que quiere, cuando ella decide ignorarlo, puede seguir molestándola por quince o veinte minutos más; sin embargo, después de un rato, se dará cuenta que el enojarse no cumple su propósito, porque no obtiene lo que quiere y ya no lo va a hacer tan frecuente ni tan intensamente.

Periódicamente, el muchacho probará a sus padres para ver si se mantienen firmes en lo que han establecido; entonces, cuando este mal comportamiento se vuelva peor, es importante que los padres continúen quitando la tensión emocional del muchacho.

Una buena regla para tener en mente es que primero ignores totalmente las quejas y murmuraciones cuando el muchacho esté insistiendo para obtener algo. Esta táctica producirá resultados exitosos en ciertos comportamientos; sin embargo, en algunos casos, el ignorarlos no será suficiente para cambiarlos. En tal situación, se le debe decir: “si sigues insistiendo, quejándote o murmurando, se te quitará tal y tal cosa”, o “si dejas de insistir y cambias tu comportamiento podremos ir de compras el jueves”.