Cómo criar adolescentes XII:
“Cómo tratar los comportamientos de rebeldía y enojo”

 

Métodos para evitar que el enojo crezca
 

Algunos métodos para reconocer los sentimientos de agresividad producen problemas, otros no. Esos sentimientos brotan y luego ceden, a través de diferentes métodos. Podemos ejemplificar esta situación usando el ejemplo de un globo inflado; cada vez que pasa algo que nos hace enojar, el aire es forzado a entrar en el globo y éste comienza a expandirse. Con el tiempo, el aire tiene que salir del globo, pero la forma en que sale varía según la persona.

         Algunas personas dejan que su enojo crezca hasta que su globo explote y, cuando esto sucede, puede que haya un arrebato explosivo de enojo con la más mínima molestia. Otra gente suelta el aire del globo cada vez que empieza a llenarse; éstas son las personas que expresan adecuadamente sus sentimientos al momento que ocurre la situación.

         Otras personas sueltan el aire a través de maniobras pasivo-agresivas, yéndose a otro lugar mientras se apaciguan o se quejan de dolores físicos. Los padres deben evitar que el enojo se acumule y deben tratar adecuadamente los comportamientos de agresividad o de rebeldía, cuando éstos ocurren. Los siguientes métodos te ayudarán:

         Comunicación apropiada: es importante que se dé una comunicación que anime al adolescente a comunicar sus sentimientos de enojo, desacuerdo, la fuente de su enojo y sus opiniones. El que le permitas a un muchacho que grite, maldiga, sea descarado o impertinente, no le enseñará a que comunique efectivamente sus emociones.

         Escucha: si el adolescente se está quejando de excesivos castigos, restricciones o cosas que no le gustan, ¡escúchalo! Trata de entender sus sentimientos; si las quejas son reales, ve si algo puedes hacer por resolverlo.

         Evita la excesiva atención negativa: es un error poner más atención a las fallas del muchacho que a lo que está haciendo bien. Debes evitar usar el castigo como un método primario de control; en lugar de ello, substitúyelo por consecuencias positivas.

         Elimina el castigo verbal: no debes gritarle, humillarlo, insultarlo ni criticarlo, usa las recompensas como una táctica disciplinaria. El que lo estés molestando o fastidiando constantemente, resultará en que manifieste comportamientos de enojo, resentimiento o agresividad.

         Ignora sus comportamientos pasivo-agresivos: los adolescentes se opondrán a los padres, serán tercos, rebeldes y mostrarán otras maniobras pasivo-agresivas, con el fin de provocar que sus padres se enojen o reaccionen contra ellos.

         Por ejemplo, la mamá le pide a su hija que ponga la mesa; mientras la muchacha lo hace está hablando entre dientes cosas como estas: “ellos piensan que soy su esclava, quisiera irme a vivir con mi abuelita, ahí si me aprecian”.

         Al mismo tiempo que está enojada y hablando entre dientes, avienta el hielo en los vasos, golpea los platos y los cubiertos, haciendo ruido; está molesta porque piensa que puede hacer mejores cosas que poner la mesa y sus murmuraciones son una forma pasivo-agresiva de expresar su enojo.

         Estos comportamientos están liberando enojo y dejando salir el aire del globo; si tú reaccionas a sus murmuraciones criticándola o regañándola, estarás poniendo más aire dentro del globo, si ignoras su comportamiento, no se añadiría más aire al globo.

         Hay varias cosas que debemos considerar cuando ignoremos estos comportamientos y hay varias maneras de ignorarlos. En general, si le pides al adolescente que haga algo y lo está haciendo, aunque se esté quejando todo el tiempo, ignora sus quejas, ya que está haciendo lo que tú le pediste.

Evita la disciplina espontánea y la lucha por el poder
Condiciones Legales de Uso | Derechos reservados 2012 ©