Cómo criar adolescentes XII:
“Cómo tratar los comportamientos de rebeldía y enojo”

 

¡No dejes que el adolescente se salga de control!
 

Una vez que el adolescente presente comportamientos de enojo o gritería, es difícil para los padres poder controlarlo; en vez de esperar que el comportamiento agresivo mejore, trata de evitar que llegue a ese grado o identifícalo rápido cuando apenas está ocurriendo y no dejes que se salga fuera de control.

         En algunos adolescentes, el comportamiento agresivo se desarrolla gradualmente e involucra varias etapas; primero se enojan y luego se vuelven agresivos. Por ejemplo, el hermano de un muchacho le dice: “tonto”, luego empiezan los gritos, después los empujones y golpes y, finalmente, surge una pelea.

         En vez de responder hasta que empieza la pelea, tratar de controlar la situación antes que se salga de control. Cuando empiezan las agresiones verbales trata de pararlas a tiempo, en vez de actuar hasta que ya comenzó la pelea.

         Una mamá le dice a su hija de 16 años: “limpia tu cuarto”, cuando ella dice que no, su mamá le responde con una advertencia y luego con una amenaza. Empieza una batalla, después gritos de ambas partes, la muchacha se va a su cuarto, avienta algo y rompe la ventana. En vez de querer actuar cuando ya rompió la ventana, evita que el enfrentamiento llegue a ese grado.

         Hasta aquí, hemos visto que hay maneras y métodos para disminuir la rebeldía, el enojo y los comportamientos similares en nuestros adolescentes, pero debemos ser padres completamente comprometidos a esa tarea.

         Si deseamos criar a nuestros hijos adolescentes para que triunfen en el futuro y puedan ser ciudadanos normales, seres humanos con valores y no centrados en sí mismos, es necesario aplicar estos principios.

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