La sexualidad y cómo enseñarla a nuestros adolescentes I

 

Estadísticas y resultados
 

Es importante que te des cuenta que, ante el aumento de delitos sexuales y embarazos en adolescentes que han tenido lugar en los países aparentemente más desarrollados, las autoridades han tratado de reaccionar, pero hay formas muy distintas de reaccionar.

         Queremos hacer un énfasis en cuanto a si ha funcionado realmente la educación sexual, tal como la han enseñado en los países de primer mundo y como la quieren enseñar en México. Vamos a demostrar que es un mito de proporciones catastróficas, en cuanto a embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual y problemas asociados a esto.

         Ya desde el comienzo de los problemas en Estados Unidos, el poderoso concilio “Sex Information and Education Council” (Concilio de Información y Educación Sexual) y “Planned Parenthood” (Paternidad Planeada), se lanzaron a desarrollar planes de estudios con educación sexual, poniendo énfasis en la contracepción y en el establecimiento de dispensarios escolares que, sin conocimiento de los padres, pudieran proporcionar contraceptivos a los menores. Y si aún todo esto fallaba, siempre estaba el consejo del aborto.

         Desgraciadamente, en España y en otros países de Europa se trataron de dar las mismas soluciones aún sabiendo, pues el tiempo de retraso juega a nuestro favor con los datos de la experiencia, que los resultados obtenidos por los pioneros de los Estados Unidos habían sido negativos.

         El que a más "educación sexual" de ese tipo, se obtienen más casos de embarazos juveniles, fue suficientemente documentado desde el principio. Note usted cómo la famosa educación sexual solamente hace que se incremente el libertinaje sexual de los jóvenes y los embarazos juveniles.

         En Estados Unidos, S. Roylance, J. A. Ford y J. Kasun en su testimonio ante el Comité del Senado sobre Trabajo y Recursos Humanos, en Marzo de 1981, mostraron que los embarazos aumentaron conforme se introdujeron estos nuevos programas; los estados con gastos más altos mostraron los niveles más altos de embarazos y de abortos, como resultado de dicha educación sexual. Las estadísticas son frías pero hablan fuerte.

         En California, uno de los estados pioneros en estos programas, la tasa de embarazos creció 20 veces más rápido de 1970 a 1976 que en el resto de la nación, y en el condado de Humboldt, este aumento fue 40 veces más rápido después de la introducción de los programas de "educación sexual".

         Alguien puede decir que eso no quiere decir nada, pues si no hubieran tenido lugar esos programas, quizá las cifras hubieran sido más altas. Pero no, están los datos para desmentirlo. En Utah en 1980, se aprobó una ley que requería el consentimiento paterno para la distribución de contraceptivos a menores; las cifras de embarazos y de abortos de adolescentes descendieron asombrosamente. Un resultado similar se observó en Minnesota a partir de una ley de 1981 que obligaba a notificar a los padres.

         En New Haven había tres escuelas similares, una de ellas instauró un amplio programa de "educación sexual" 11 años antes, que condujo a un espectacular aumento del número de embarazos comparado con las otras dos escuelas que no ofrecieron ese programa.

         Estamos viendo las estadísticas y los resultados que producen los programas de educación sexual cuando no están bien diseñados y de forma apropiada. Recordemos: “Un hombre desenfrenado no puede inspirar afecto, ni a otro hombre ni a Dios; es insociable y cierra la puerta a la amistad.”

¿Qué les están enseñando a nuestros hijos?
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