Los padres son los principales responsables de la
educación sexual de sus hijos I

 

Sexualidad: del nacimiento a la adolescencia
 

A continuación veremos algunos puntos importantes sobre la sexualidad, de acuerdo a las diferentes etapas de la vida.

         Del nacimiento a los dos años: a los bebes les damos un sentido de quienes son desde que nacen, les hacemos sentir ya sea seguros o inseguros mediante: la forma en que los tocamos; la forma en que les damos de comer, los lavamos y cambiamos los pañales; con el tono de nuestra voz; permitiéndoles que se sientan cómodos con sus cuerpos y sus emociones. Ellos pueden desarrollar sentimientos saludables sobre su sexualidad si hacemos todas estas cosas de un modo agradable y cariñoso.

         De los 3 a 5 años: los niños ya saben que las mujeres y los hombres tienen diferentes órganos sexuales. Hay que hablar sobre ellos de la misma forma que se habla de la nariz, los codos o los dedos. Siempre use los nombres correctos de los órganos sexuales, en vez de palabras de familia o de la calle. De lo contrario puede ser que los niños se formen una idea que estas partes del cuerpo tienen algo de “malo.”

         Los niños de tres años también desarrollan curiosidad en cuanto a la pregunta “¿De donde vienen los bebes?”. Los padres no tenemos que describir lo que es la relación sexual en este momento, la respuesta debe ser sencilla en esta etapa; puede decir algo como: “Los bebes crecen en un lugar especial adentro de la mamá.” A medida que van pasando los años puede agregar detalles cuando su niño pueda entenderlos.

         Los niños de cuatro años se apegan mucho a su padre o madre, aun si uno de ellos está ausente. Es más, pueda que el niño o la niña sientan celos de la madre o del padre, pueden encariñarse con padres u otras personas que los cuidan sin importar el sexo de la persona. Ninguna de estas relaciones quiere decir que el niño sea homosexual o heterosexual, debemos dejar que los niños se sientan cómodos con cualquier relación que formen.

         De 5 a 7 años: los niños normalmente son menos apegados con los padres o con las personas que los cuidan a esta edad, están empezando a descubrir su propia feminidad o masculinidad y puede ser que solo quieran estar con personas de su mismo sexo. Por eso es muy común que digan que odian a los niños del sexo opuesto, pero es mejor no burlarse de ellos por esto.
 
         Es posible que los niños en la escuela primaria tengan pena de hacer preguntas, pero eso no quiere decir que no tienen preguntas. La mayoría han oído acerca de cosas como el sida, la violación y el abuso de niños, así que, habla con ellos. Las fantasías sexuales sobre miembros de la familia de los dos sexos también son comunes, puede ser que los niños se sienten preocupados por estos pensamientos. Hay que asegurarles que el solo pensar o soñar en algo no hace que se vuelva realidad.

         La preadolescencia (de 8 a 12 años): ellos necesitan toda la información acerca de la menstruación, los sueños mojados y otras señales de la madurez. Los preadolescentes se preocupan mucho si son “normales”, los varones se preocupan por el tamaño de sus órganos genitales; las niñas se preocupan por el tamaño de sus senos. Asegúreles que no hay dos personas iguales.
          
         De los 13 a 19 años: dales mensajes claros sobre sus valores, reconoce que los adolescentes necesitan destrezas e información para actuar sobre sus valores y que según las estadísticas muchos de ellos no esperan a ser adultos para tener relaciones sexuales. La maduración física puede llevarlos a probar relaciones sexuales, pero ellos no están preparados para manejarlas emocionalmente, podrías decirle a tu hija: “has llegado a la pubertad y podrás sentirte atraída a los niños mayores, pero créeme, no estás lista para eso”.

         Desaliente las relaciones sexuales prematrimoniales, platique sobre las relaciones sexuales antes de que su hijo se involucre con alguien, para que sus comentarios no sean vistos como un intento de afectar a una persona en particular.

         Los adolescentes no pueden imaginarse los peligros del sexo, explíqueles que hasta las personas buenas pueden ser engañosas, cuando lo que quieren es sexo. Use experiencias de su propia vida.

Consejos prácticos para padres con hijos adolescentes
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