Los padres son los principales responsables de la
educación sexual de sus hijos II

 

Enseñándoles a hacer respetar sus cuerpos
 

Considerando las altas tasas de abuso de menores, es importante enseñarles a hacer respetar sus cuerpos. Hay que entregar al niño un conocimiento adecuado de su sexualidad y de sus propios procesos de maduración física, mental, emocional y social en relación con el sexo, con miras a su formación futura.

         En segundo lugar, debemos estimular la comprensión necesaria para que pueda manifestar su sexualidad de manera eficaz y creativamente en su actuar posterior como hijo, amigo, novio y, finalmente, como esposo y padre.

         También, hay que darles a conocer todo lo relacionado con las implicaciones de la manifestación de la sexualidad para que pueda protegerse de ser utilizado y lesionado en su salud física y mental. Aunque a la edad que estamos apuntando con todas estas recomendaciones, el niño está absolutamente lejano a las connotaciones de maldad, es primordial que utilicemos conceptos de prevención, especialmente en una edad muy temprana.

         Los abusos sexuales en menores son una realidad patente en Sudamérica, Centroamérica, México y Estados Unidos; más aún si es alto el porcentaje, como lo vemos hoy en día, de abusos a menores y éstos cometidos por familiares.  Es muy doloroso reconocerlo, pero, ¿para qué engañarnos? Generalmente se da el caso de violación de menores por parte del padre y lamentablemente es imposible identificar a un violador antes de que haya cometido una agresión.

         Sin embargo, basta que uno de los esposos insista constantemente sobre este tema, para que el niño tenga la capacidad de abordar esta situación con absoluta normalidad. Entonces, es primordial entregar al niño toda la información acerca de su cuerpo como un santuario, para que tenga, tempranamente, la capacidad de discernir sobre lo que favorece o atenta contra su integridad.

         Además hay que inculcarle la necesidad de comunicarlo a sus padres.
Este proceso debe darse en un ambiente de mucho cariño y con la predisposición de escuchar al niño y de compartir vivencias. No se trata exclusivamente de entregar conocimientos, sino de educar a los niños bajo el concepto de amor pleno. La educación sexual no debe ser separada de otras experiencias educativas.

         - ¿Qué puede ocurrir si los padres mentimos ante una de sus preguntas? Se corta la comunicación y además la confianza.

         - ¿Es útil usar un cuento para explicarles a los niños o es mejor utilizar un lenguaje directo? ¿Qué pasa con las palabras más complejas como óvulo o espermatozoide? Naturalmente la ayuda de cualquier dibujo hará más fácil la comprensión del mensaje.

         - ¿Es mejor que los papás hablen con los niños y las mamás con los niñas? Los niños tienden a identificarse con el progenitor de su mismo sexo; hay que enseñarles con palabras de su edad que no es nada malo, los padres deben ser cuidadosos con el lenguaje que utilizan con sus hijos. No es recomendable que el padre se muestre desnudo con los hijos, de ninguna manera.

         Desvestirse delante de ellos no es lo apropiado, lo importante es la actitud que se demuestre, la naturalidad y el respeto que deben imperar cuando el niño hace preguntas y, especialmente, no hacerle ver sus partes íntimas como una algo malo, más bien se puede aprovechar para decirle: “Esto nadie te lo puede tocar, si alguien te toca aquí, me dices rápidamente, porque es una parte muy importante de tu cuerpo”. De esta manera cuando el depredador o violador quiere acechar a alguno de tus hijos, ellos ya tienen cierta preparación para evitarlo.

         Resumimos que: no debes avergonzarte de la educación sexual, debes actuar con naturalidad, no demores las respuestas, enséñales con el ejemplo, no tienes que dar detalles innecesarios, usa un lenguaje apropiado, no inventes ni mientas y siempre da respuestas claras.

¿Sirve la educación sexual?
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