Los padres son los principales responsables de la
educación sexual de sus hijos II

 

No hay lugar como el hogar para la educación sexual
 

Los cambios de actitudes, comportamientos y estilos de vida en el área de la sexualidad que han sucedido en nuestra sociedad en los últimos 30 años, presentan para padres e hijos algunos de los problemas más complejos a los cuales se tendrán que enfrentar.

         La necesidad de una educación sexual nunca ha sido más urgente que ahora, los padres, las escuelas y las comunidades se están empeñando en desarrollar la colaboración necesaria para asegurar tal educación.

         Por experiencia sabemos que la mayoría de los padres quieren hablar francamente de la sexualidad con sus hijos pero también muchos se sienten que no están bien preparados para hacerlo, la pregunta es: ¿cuándo empezar? ¿Qué decir? ¿Cómo expresar mejor los valores familiares que deseamos inculcar a nuestros hijos?

         “No hay lugar como el hogar”, un proyecto concebido para ofrecer tal ayuda, consiste de boletines de noticias para los padres, que les pueden ayudar en su papel esencial de educador sexual más influyente de sus hijos.

         Una educación basada en el seno familiar puede permitir que se transmitan los valores familiares, puede proporcionar información exacta a los hijos, enseñar destrezas sobre cómo tomar decisiones, neutralizar los mensajes sexuales negativos y dañinos de los medios de difusión.

         Recuerde que no basta con la educación o información sexual, el impartir información sexual sin acompañarla de formación con valores, como es el amor puro y limpio, puede ser contraproducente. La educación integral no se conforma con lo intelectual, debe abrirse a la voluntad, sentimientos y valores.

         Lo contrario es como enseñar a conducir un carro a un chico, sin enseñarle las normas de tránsito, lo gratificante que resulta conducir bien y los peligros que existen. O bien, como si quisiéramos forjar un buen futbolista a base de charlas y videos, sin entrenarle en el esfuerzo, la lucha y la superación. Son pautas de una correcta educación sexual del doctor Álvaro Cruz.

         La educación sexual nunca debe convertirse en una especie de información obsesiva que llene la mente del niño o del adolescente como un incentivo que desate su curiosidad y le lleve a realizar actos sexuales.

         La mera explicación de cómo se obtienen sensaciones placenteras puede constituir una incitación al erotismo, no forma parte del amor, lo deforma. Lanza por una vía contraria al auténtico amor. Las consecuencias de esta actitud pedagógica van a ser muy negativas: embarazos, abortos, madres solteras, desequilibrios psicológicos a muy temprana edad, enfermedades de transmisión sexual, etc.

El amor auténtico
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