Los problemas más comunes en el matrimonio y cómo resolverlos
Parte II

 

Desencadenantes de conflictos
 

Dentro del matrimonio puede haber desencadenantes de conflictos: en circunstancias normales, las parejas, aunque no sean felices, se amoldan y no surgen conflictos. Éstos aparecen cuando se dan circunstancias importantes de cambio, es decir, situaciones estresantes.

¿Cuáles son esas situaciones estresantes que desencadenan conflictos dentro del matrimonio?

  • Cambios laborales, tanto negativos como positivos; el paro de labores, ascensos de puesto o la jubilación

  • Enfermedades

  • Problemas económicos

  • La paternidad o maternidad

  • Cuando los hijos se van de casa o se hacen mayores y dejan más tiempo libre a la pareja.

 

Todos, positivos y negativos, son fuentes de estrés, que exigen a la pareja poner en marcha sus capacidades de comunicación y resolución de conflictos; además de la motivación para mantenerse juntos y la capacidad de reconocer las debilidades delante del otro y que el otro las reciba sin reprocharlas.

En los conflictos se establecen formas de conducta que se hacen crónicas y agravan los problemas. Una de ellas es la reciprocidad negativa: es cuando una comunicación negativa se responde generalmente con otra comunicación negativa por parte del otro, estableciéndose una reciprocidad en la negatividad que puede acabar en violencia. Esta es la justicia de “tú me la haces, yo te la pago”.

Cuando la comunicación es negativa y se responde con otra negativa, significa que no hay benignidad, no hay amor. ¿Qué quiero decir? Que si a mí me hacen un mal o si yo recibo una mala comunicación, no devuelvo lo mismo a mi pareja, porque lo único que hago es apelar a la ley de la justicia torcida.

Introducción
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