La lectura proporciona cultura, desarrolla el sentido estético, actúa sobre la formación de la personalidad y es fuente de recreación y gozo. Constituye también un vehículo para el aprendizaje, para el desarrollo de la inteligencia, para la adquisición de cultura y para la educación de la voluntad.

         Está comprobado que los niños que más leen, más desarrollo del cerebro tienen, muchas más neuronas empiezan a funcionar en su cerebro y esto los hace hombres y mujeres menos propensos a enfermedades emocionales o mentales.

         La lectura es la gimnasia de la mente; la mente es formada en el niño, desarrollada en una forma normal y ejercitada en la lectura. Los niños aprenden a tener un juicio crítico y a no creerse todas las cosas que les dicen en los medios informativos o aún en los mismos libros; aprenden a analizar, a saber qué es correcto o incorrecto y aprenden a tener cultura.

         Sobre todo, la lectura va a permitir una gran formación de carácter ya que es voluntaria; si la voluntad no está dispuesta, no habrá lectura, pero si el niño aprende a someter su voluntad, a concentrarse y a leer, será un joven con mayor capacidad para controlarse a sí mismo.

         Muchas veces los niños pasan horas pasivamente, sin pensar, viendo miles de imágenes en el televisor, aceptándolas y perdiendo el tiempo. En cambio, la lectura desarrolla el cerebro cuando el televisor lo atrofia.
        
         La lectura es la gimnasia mental más acreditada y más certificada para un buen y sano desarrollo de la mente. El televisor simplemente hace más pasivo a tu hijo, con menos deseos de concentrarse y hace que no tenga el poder de concentración y la voluntad sometidos para poder aprender en la escuela y para su futuro; lo hace una persona pasiva que no quiere concentrarse.

         Una de las causas principales por las que muchos niños en esta etapa temprana no adquieren dominio propio en su vida, es que no son entrenados en la lectura.    Es la edad en la que el niño está dispuesto y moldeable, su cerebro es como una masa y se le puede dar la forma que uno quiera. La televisión le va a dar forma de violencia y valores torcidos; la lectura le va a desarrollar sus capacidades diarias de función, tales como: concentración, reflexión, formación de la personalidad, etc.

         ¿Queremos que nuestros hijos desarrollen la inteligencia? ¿Queremos que adquieran cultura y eduquen su voluntad? No hay mejor vehículo que la lectura.