¿Hay un hombre en casa? Parte II

 

Introducción
 

La semana pasada hablamos que la hombría no es tener mal carácter, ganar mucho dinero, una educación o tener varias mujeres al mismo tiempo. También hablamos sobre el verdadero hombre, aquél que reconoce su responsabilidad de ser padre y hace todo lo posible para desarrollar sus capacidades emocionales, físicas, mentales y espirituales para lograr ser un padre completo y verdadero.

         Los padres de familia son los encargados de formar a los niños y niñas, pues cuando empiezan a crecer y están listos para empezar a descubrir la vida por ellos mismos es cuando saldrá a flote lo que, como verdaderos padres, hayamos depositado en nuestros hijos.

         Papá, tienes que proveer amistad, disciplina, amor, enseñanza de valores espirituales y morales; estas cuatro responsabilidades van a marcar una gran diferencia en la vida de tus hijos. La importancia de ejercer la noble función de la paternidad es de tal magnitud en los hijos varones que, si la masculinidad no es correctamente enseñada por el padre, con toda seguridad los hijos tendrán problemas y fallas de personalidad cuando les toque ser papás.

         Generaciones enteras se han perdido por esta causa, ocasionando un caos en las familias actuales. La ola de violencia y crimen que vivimos todos los días, el motivo por el que las pandillas surgen con la fuerza que actualmente vemos es la falta de un hombre en casa. El ser un padre de familia y estar presente en la vida de los hijos les ayudará a que descubran que existe alguien más que mamá que se interesa por ellos.

         Es una gran tragedia ver que son millones y millones de hogares, de niños y niñas que crecen sin la presencia de un padre. La consecuencia de esto es gravísima, es una catástrofe social, una epidemia que se traduce en crimen, drogadicción, embarazo de adolescentes, entre otras problemáticas que son resultado de la falta de un hombre en casa.

         También lo es la decadencia en la educación, a pesar de los magníficos programas educacionales que se puedan tener. En estudios recientes se comprobó que los niños y niñas que no cuentan con un padre en el hogar, mostraron menor aprovechamiento en la escuela que aquellos que sí cuentan con un padre que cumple con sus funciones.

         No es de sorprender que, entonces, la violencia que vemos en las calles se deba a jóvenes que buscan las drogas y el alcohol  para escapar de la confusión que experimentan y sufren por la falta un de padre. Otros tratan de obtener su masculinidad deseada relacionándose sexualmente con otros hombres; otros más se suicidan para matar al padre que vive en ellos, al que odian. ¿Serán o no indispensables los padres? Claro que sí.

El verdadero padre de familia
Condiciones Legales de Uso | Derechos reservados 2012 ©