Cómo restablecer la confianza Parte I

 

¿Cómo puedes ayudar a tus hijos adolescentes?
 

Aunque la comunicación entre padres y adolescentes es extremadamente importante, los muchachos no necesariamente desarrollarán actitudes y comportamientos que denoten responsabilidad, como resultado de tu conversación con ellos. Algunos adolescentes primero deben ser ayudados por sus padres para que su comportamiento se establezca.

         Evita excesivos sermones, gritos u otras palabras o expresiones negativas. Establece la regla y la consecuencia del comportamiento por anticipado, al hacer esto tú pones por anticipado la responsabilidad en sus hombros. Si cosas desagradables le pasan, él es el que las ha causado; y si son cosas buenas las que le han pasado también son su responsabilidad.

         Evita el aplicar la disciplina sólo de vez en cuando o determinar la consecuencia después que una regla sea desobedecida. Vincula la consecuencia directamente con el comportamiento y haz al adolescente responsable por sus recompensas y sus placeres, tanto como por sus castigos y decepciones.

         Evita hacer cosas sólo por hacerlas. Evita perdonarles castigos o darles recompensas que no tienen nada que ver con el comportamiento del adolescente. Trata de evitar las discusiones para ver quién es el que manda y forzar al adolescente a hacer ciertos quehaceres o tareas; si luchas con él para que haga lo que has pedido, entonces eres tú más responsable que él de que esa tarea sea cumplida. Pierde unas cuantas batallas pero gana la guerra.

         Una cosa importante para desarrollar responsabilidad en el muchacho pudiera ser no el que la tarea que le diste sea realizada, sino que experimente las consecuencias de su comportamiento y se sienta responsable por lo que le pase. En algunos casos el que la tarea y el quehacer se hagan debería ser la última cosa que el padre trate de hacer. El primer paso es hacer que el adolescente esté consciente que hay diferentes consecuencias por su comportamiento; el segundo es enseñarle que él es responsable por lo que le pase; y el tercero es conscientizar al muchacho que tú consistentemente llevarás a cabo lo que él decida.

         Después de que las expectaciones -lo que esperas que él haga y cómo se comporte- y las consecuencias son claramente establecidas, el adolescente hace una decisión, ya sea que resulte en consecuencias negativas como en positivas. Él tratará de culpar a otros por lo que le ha pasado, si usa esa táctica, simplemente dile: “esa fue tu decisión, es tu responsabilidad, ya sabías lo que te iba a pasar antes que lo hicieras, yo solamente estoy llevando a cabo lo que tú me dijiste que hiciera.”

         Evita largas, duras o mayores consecuencias a sus comportamientos, es mejor que tus adolescentes experimenten 20 consecuencias pequeñas. Satisfacer cada deseo del adolescente, darle todo lo que quiere, chiflarlo, mimarlo o protegerlo de que experimente las consecuencias de su comportamiento, usualmente interferirá con el desarrollo de comportamientos de responsabilidad.

         No permitas que se vuelva demasiado dependiente de ti y que no asuma la responsabilidad de su comportamiento. Este tipo de relación padre-hijo hace que el adolescente aprenda comportamientos independientes y responsables. El darle tareas y responsabilidades en la casa, no por sí mismo, desarrollará responsabilidad en él pero si ayudará. Si el adolescente se ha comportado de una manera que da lugar a que tú no confíes en él, dale la oportunidad de restablecer la confianza volviéndole a dar algunos privilegios y libertades, pero él tiene que hacer lo que dijo que iba a hacer para que la confianza se restablezca.

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