Moldeando el carácter de los adolescentes Parte I

 

¿Qué cosas debemos tener presentes?
 

Primeramente, debemos tener presente que la recompensa debe ser individual, o sea, no es un modelo estándar para todos, sino que va de acuerdo al carácter del muchacho. Lo que a un muchacho puede parecerle una gran recompensa para otro no lo es. Este incentivo consiste en decirle a tu hijo: “si haces esto, recibes esto”. Recuerden que cada adolescente es diferente del otro y una recompensa puede no tener el mismo efecto en otro adolescente.

         La segunda cosa que debemos ver es aprender a utilizar la recompensa social, además de decirle al muchacho, por ejemplo, “si recoges tu cuarto toda la semana podrás usar el teléfono para hablar con tus amigos”. Este tipo de incentivo es alabar lo que hizo el muchacho: “qué bonito te quedó tu cuarto, qué bien recogido está”. La recompensa social debe ser siempre utilizada a la par con el comportamiento; a la par de la recompensa debe ir una alabanza, un “te felicito, estás mejorando, es notable tu esfuerzo”.

         Lo tercero es no dar ninguna recompensa antes de que muestre el comportamiento deseado; si queremos que la recompensa sea efectiva no se debe dar ninguna recompensa antes de que muestre el comportamiento deseado. Los padres a menudo usan recompensas, es verdad, pero cometen el error de recompensar al muchacho antes de que el comportamiento deseado sea visto. Esta no es una buena manera de usar este sistema de incentivos.

         ¿Le pagarías a alguien por pintar tu auto antes de que estuviera terminado? Probablemente te dejará el trabajo a medias o no lo hará como a ti te gusta, ¿por qué? porque ya le pagaste por adelantado. La misma cosa puede pasar cuando tú le das a un muchacho una recompensa y después esperas que él se comporte de cierta manera.

         Cuando esperas un comportamiento, pero ya le diste a tu hijo la recompensa, entonces el muchacho puede actuar como el pintor del auto; deja las cosas a medias o te hace un trabajo mal hecho. Entonces, la recompensa debe estar basada en el comportamiento y se debe dar después de que veamos el comportamiento deseado en el muchacho.

         Aprendamos de los ejemplos de aquellos que ya han pasado por esas etapas de crianza, que han sido padres que han criado adolescentes con éxito; aprendamos de aquellos autores de libros, que han vivido estas experiencias y de aquellos que nos enseñan sobre la conducta humana. Todo padre de familia, a fin de poder criar adolescentes sanos y obedientes y llevarlos a la etapa adulta sin que sufran aquellas cosas que desestabilizarán su vida futura, necesita prepararse.

¿Cómo lograr que una recompensa sea efectiva?
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