Por: Dr. Sergio H. Canavati Ayub

Las borracheras de metanfetaminas duran varios días, a veces varias semanas, pero el choque de bajada es inevitable. Las mujeres tienden a chocar más temprano que los hombres, seguramente por razones hormonales; sin embargo, para ambos no es raro saber de borracheras que duren varias semanas.

         Josh, de dieciséis años de edad dice: “Estuve tocado por veintisiete días seguidos, no recuerdo haber dormido nada, estaba encerrado en un departamento con otros adictos de metanfetaminas y había persianas en todas las ventanas. Al final de la borrachera, alguien abrió las persianas y fui cegado, no pude ver por horas.”

         Al final de tales borracheras la fuente de dopamina y norepirefrina en el cerebro es eliminada, entonces queda poco placer al usar la droga, pero si existe una gran cantidad de dolor físico y emocional. En la película educativa Vida o metanfetaminas ¿Cuál es su costo?, un joven habla de la miseria que experimentó después de una borrachera. Dice así:

“No podía sonar mi nariz sin que saliera sangre, muchas veces la metanfetamina me bloqueaba mis glándulas sudorosas, me salían grandes granos en la cara, cuello y espalda, a veces sentía que mi corazón colapsaba. Muchas veces me tiraba al piso y me sacudía, pensé que iba a morir, mi cuerpo se apagaba, me dormía y no despertaba por un día, dormía veinticuatro horas más o menos, cuando despertaba me sentía muy enfermo.

Cuando me levantaba mis huesos tronaban después de estar dormido tanto tiempo, me sentía muy mal. Todo el interior de mi boca lo mastiqué. Al final de la borrachera de metanfetaminas, cuando aún la droga no puede curar el dolor, los consumidores entran en una etapa llamada torcida. Los torcidos usualmente no han dormido por días o semanas y son extremadamente irritables, deprimidos, paranoicos y agresivos. Es mejor que no hagas enojar a un torcido, los torcidos están locos.”

         Carolina, una joven ex­­-consumidora de metanfetaminas, explica lo peligrosa que esta etapa puede ser:

“Cuando comienzas a torcerte, te vuelves muy paranoico, ves sombras y cosas que no están ahí, yo he estado en lugares donde parece estar una pistola en esta esquina, otra pistola en esta otra esquina y una pistola bajo ese cojín donde está sentado. La metanfetamina te causa alucinaciones. Si tienes que llegar a fondo para obtenerlas, entonces es a donde irás. Tus valores morales, principios y lo que es importante para ti ya no es importante. La metanfetamina te llevará a lugares que nunca has visto y cambiará completamente quien eres tú.”

         Agradecemos muchísimo al doctor Nicolas A. Pace y Catherine Ketman, quienes han escrito este libro Teens under the influence. Este libro está impreso en inglés y es una joya real para aquellos padres de familia que quieren ayudar a sus hijos a prevenir las drogas o para saber si sus hijos las usan y, sobre todo, para saber cuáles son los efectos de cada droga, por más inocente que ésta parezca ser.